La noticia del martes de que el campeón de peso mediano Saúl ‘Canelo’ Álvarez está demandando a su promotor y la plataforma digital que transmite sus peleas, representa, al menos, una probabilidad abrumadora de que éste no vuelva al ring en 2020, dependiendo del curso del litigio.
El boxeo es un deporte impulsado por eventos. Semana a semana, hay espectáculos que atraen a diferentes públicos e intereses de quienes siguen el deporte con regularidad. Hay un puñado de luchadores, a veces menos, que mueven la aguja económica alrededor del mundo de una manera más amplia. Las carteleras más grandes, la mayor atención, los eventos singulares que empujan al boxeo al frente del mundo deportivo, son difíciles de conseguir.
Álvarez es uno de los púgiles mas vendedores del momento, sus peleas se encuentran entre las más importantes del boxeo en los últimos años. Recientemente cumplió 30 y aún le quedan unos le quedan unos años más de su carrera.
Pero en términos de deporte versus espectáculo, sigue siendo solo una carrera entre muchas. Álvarez solo puede alinearlos uno a la vez. En la escena actual del boxeo, suman alrededor de dos al año.
Sin él, el espectáculo aún continúa.
Mientras continúe su ausencia, no hay más que oportunidades para todos los que aspiran a alcanzar su nivel de ingresos, relevancia y poder de atracción.
El boxeo ha sobrevidido sin sus mayores estrellas antes. Ray Leonard estaba fuera del ring con tanta frecuencia como en la década de 1980. Mike Tyson perdió tres años por una condena por violación en la década de 1990. Floyd Mayweather estuvo fuera más de un año entre victorias sobre Ricky Hatton y Juan Manuel Márquez y luego nuevamente con victorias sobre Shane Mosley y Victor Ortiz.
En todos esos casos, otros hicieron crecer sus estrellas. No llenó el vacío que quedaba de ausencias, pero ocupó lo suficiente para mantener el tren en marcha. Marvin Hagler, Evander Holyfield y Manny Pacquiao, que ya eran estrellas por derecho propio, tenían espacio para crecer aún más de una manera que podría haberse mitigado de otra manera.
Sería una tontería decir que un panorama de boxeo sin un retorno predecible para Álvarez no importa.
Sería igual de tonto concentrarse en esta nueva telenovela con un calendario denso para el resto de 2020. Lo que importa más por ahora es quién puede aprovechar el vacío. Desde la perspectiva de un fanático del boxeo, hay mucho de qué entusiasmarse en los próximos meses.
Todavía hay una audiencia esperando ser atendida, como lo demuestran los recientes índices de audiencia sólidos de Shawn Porter y Yordenis Ugas en Fox.
Después de que Showtime y PBC anunciaron una fantástica lista de peleas para el otoño, los ojos se dirigieron a la relación de PBC con Fox y el matrimonio de ESPN y Top Rank para ver qué completaría el resto del año. Más piezas han caído en su lugar. Nadie tiene una joya en cada salida, pero abundan las oportunidades para peleas memorables y horizontes más brillantes.
El 26 de septiembre ya era una gran fecha en el calendario con los gemelos Charlo y otros combates que marcarán la atención como los enfrentamientos de Vasyl Lomachenko-Teofimo Lopez en ESPN y el de Gervonta Davis con Leo Santa Cruz en Showtime en octubre, al igual que el regreso de Errol Spence contra Danny García en noviembre, todo esto pondrá a prueba la ausencia del Canelo.
Y hay en agenda otras excelentes peleas como la de peso gallo entre Naoya Inoue y Jason Moloney (ESPN) y Nordine Ouballi-Nonito Donaire (Showtime).
En otras palabras, el boxeo en el ring tiene mucho que ofrecer, anticipar y crecer. Eso es antes de que averigüemos si Tyson Fury o Deontay Wilder enfrentarán a Anthony Joshua.
El deporte ha perdido una estrella, pero hay otros con el mismo afán.
Canelo debe reflexionar bien lo que hace.
Jairo Cuba analiza la situación del Canelo Alvarez