El boxeo perdió hace décadas el sitial que tenía en el deporte chileno. Sin embargo, una nueva generación muestra destellos de esperanza en sus puños.
Miguel González, en 2019, tuvo un combate por el título mundial de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Perdió por nocaut técnico, pero marcó un precedente. Hace 20 años que un peleador nacional no disputaba el cetro en una de las cuatro organizaciones principales.
Actualmente, hay un puñado de boxeadores que aspiran a tomar el mundo con sus manos. Tienen ranking, ofertas y en algunos casos fechas establecidas para el tan esperado evento. Sin embargo, los imponderables han jugado en su contra.
En abril de 2020, Daniela Asenjo debía estar en el ring del Casino Monticello de Temuco. Enfrentaba a la mexicana Maribel «Pantera» Ramírez por el título mundial supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Como en Chile no tenía sparring, viajó a Argentina a hacer parte de la preparación.
Pero la pandemia alteró sus planes. La pelea la reprogramaron para septiembre, pero tampoco se pudo hacer. Si bien no está cancelada, no hay ninguna fecha agendada.
«Ya llevo más de un año sin poder competir, esperando la oportunidad y no se da nunca. Como deportista tampoco se me dan muchas oportunidades para entrenar bien o prepararme de la mejor forma», le cuenta a Emol.
La valdiviana, campeona nacional y latina, lleva una década esperando esta oportunidad. Desde que llegó a un gimnasio conociendo apenas los conceptos básicos que le había enseñado su abuelo. La ansiedad ha sido difícil de manejar.
«Perdí muchos auspiciadores por la pandemia. Como no tengo competencia, tampoco se interesan. Algo que he aprendido con los años es a tener tolerancia, paciencia. Tengo un equipo que me apoya, tengo un psicólogo, pero es difícil», comenta.
El gimnasio le queda a tres cuadras de la casa. Sigue entrenando dos veces al día. No sabe cuándo, pero tiene que estar lista.
El boxeo chileno en espera de oportunidades
Velásquez, Asenjo y Campos en espera de oportunidades. /Cortesía de EMOL.com
En 2019, José Velásquez prometió que el 2020 sería campeón mundial. Ya tenía títulos a nivel nacional e internacional. Estando en Chile no tenía ninguna opción, así que junto sus ahorros y viajó solo a Miami.
Sentía que no le iban a abrir una puerta, más bien tendría que echarla abajo. Pero rápidamente recibió un llamado. Iba a disputar el título mundial interino de peso gallo de la AMB contra el filipino Reymart Gaballo, número 1 del ranking.
Estaba todo listo. Sin embargo, hubo un inesperado contratiempo. En la pelea estelar de la noche, se medían Nonito Donaire contra Emmanuel Rodríguez. Cuando quedaban pocos días, Donaire dio positivo por covid y lo reemplazó Gaballo. «Pancora» se quedó sin rival.
«Yo tenía firmado el contrato de título mundial. Con la persona que fui a trabajar, pudo haber hecho más y pelear más lo que habíamos firmado. Pero no quise entrar en polémicas. A ratos pensaba que no era verdad. Hasta el último minuto lo sufrí. Me llevaron como comodín al evento en Connecticut. Si se enfermaba alguien o se lesionaba, me iban a subir», relata.
Velásquez volvió el 26 de diciembre a su natal Quellón. Sigue dando clases de boxeo online y firmó un compromiso para pelear en mayo en EE.UU.
«Yo estoy para pelear título mundial, allá me decían que parecía mexicano, porque no echo nunca el pie atrás. Tengo el boxeo que le gusta a la gente, dejo todo y voy a arriesgar la vida en cada combate», afirma.
El púgil oriundo de Lo Barnechea ganó tres títulos en siete meses. Conquistó primero el cinturón nacional, luego el Fedebol de la AMB y finalmente el latino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Campos firmó hace más de un año con la promotora australiana Fire Dragon y en 2020 pasó cinco meses en el gimnasio Top Rank de Las Vegas haciendo sparring con los hermanos Andrew y Jason Moloney previo a sus peleas de campeonato mundial.
«Las preparaciones con esa gente siempre son muy buenas, aprendo harto. No era la primera vez que estaba con ellos. Estoy con muchas ganas de pelear, entreno todo el año, cuando se dé la oportunidad estar listo. Muy ansioso por pelear», apunta.
En Las Vegas estaba en una cartelera, pero el evento se redujo de 15 a 5 combates por el covid. Tampoco se podrá realizar la velada en Llanquihue en la que iba a defender el título latino. Su agente, Nicolás Martínez, asegura tener opciones.
«Nos han llamado de Ucrania, Japón y Panamá. Pero lo más concreto es de Ucrania y Japón para una pelea por el título mundial. Todo el mundo del boxeo está en stand by, porque ha pasado que ha estado todo organizado y cierran las fronteras», manifiesta.