Si algo garantiza la revancha entre Jessica McCaskill y Cecilia Braekhus en disputa de todos los títulos del peso welter, es emoción. Ambas ya pelearon hace poco más de seis meses y demostraron que este es el nivel más alto del boxeo femenino.
Braekhus se juega el todo o nada porque una derrota la dejará al margen y le pondrá fin a su brillante carrera y McCaskill buscará hacer historia retirando a la “Primera Dama” e iniciando un camino donde le esperan grandes bolsas, incluso planteándose la posibilidad de pelear de nuevo ante Katie Taylor en las 140 libras.
Ambas se conocen perfectamente y ambas harán ajustes.
Braekhus evitará perder el control y McCaskill insistirá en presionar a su rival.
McCaskill-Braekhus durante el combate anterior.
El primer combate en Tulsa fue parejo y quizás Braekhus, ya en declive de condiciones, pero con suficiente gasolina en el tanque a los 39 años, cayó en el estilo de McCaskill de dejar amarrarse. Eso le impidió trabajar desde la medida distancia y ordenar su ataque.
La norteamericana con menos experiencia hizo muy bien las cosas esa noche en Tulsa y demostró que su nivel puede aumentar a tal punto de frustrar la carrera de Braekhus.
McCaskill (9-2, 3KOs) sale como leve favorita, proporción que podría cambiar, incluso en contra. Braekhus (36-1, 9KOs) ha dicho que Jessica no es de su nivel y vino dispuesta a recuperar lo perdido.
Más allá de las palabras, estas damas responderán a la expectativa que ha generado su revancha, válidamente un undercard de lujo que servirá de antesala a la unificación entre Chocolatito y Estrada.
El otro combate titular lo disputarán el japonés Hiroto Kyoguchi y el mexicano Axel Aragón Vega en defensa de su faja minimosca de la AMB.
El nipón (14-0, 9KOs) es amplio favorito para retener su faja ante el azteca Aragón Vega (14-3-1, 8KOs).