El boxeo se quedó helado. Los aficionados al noble arte esperaban con ansia la revancha entre Juan Francisco «Gallo» Estrada y Román «Chocolatito» González cuando un golpe les envió a la lona, Marvin Hagler fallecía a los 66 años de edad.
«Hoy, lamentablemente, mi amado esposo falleció inesperadamente en nuestra casa de New Hampshire. Nuestra familia pide que se respete nuestra privacidad en un momento difícil», comunicó en redes sociales su mujer, Kay.
La noticia fue un shock para los fans por inesperada y por lo que ‘Marvelous’ ha significado para la historia del boxeo. Nacido en Newark (Nueva Jersey) está considerado uno de los mejores pesos medios de la historia. Inteligente y talentoso como pocos, formó parte de los denominados ‘cuatro fantásticos’ junto a Roberto ‘Mano de Piedra Durán’, Tommy Hearns y Sugar Ray Leonard.
Hagler era un torbellino en el ring. Gozaba de gran inteligencia, una potente pegada y una gran mandíbula. En septiembre de 1980 logró proclamarse campeón mundial (WBC y WBA) derrotando a Alan Minter en su país, Inglaterra.
Más tarde, en 1983 alzó la faja IBF. Por encima de organismos, Hagler logró ser campeón mundial durante casi siete años (con doce defensas), tiempo en el que se enfrentó a toda la división y logró ser el campeón con mayor porcentaje de KO de la historia de la división (78%).
Destacaron sus victorias sobre Hearns, considerada una de las más salvajes de todos los tiempos, y Roberto Durán. El único de ‘los cuatro fantásticos’ que logró vencerle fue Sugar Ray Leonard, quien le derrotó por decisión dividida y polémica en abril de 1987.
Acabó siendo su última pelea, la cual no manchó su currículum. Fue uno de los mejores de la historia y así lo reflejó la revista ‘Boxing Illustrated’ que lo nombró el mejor peso medio de la década de los 80.
Una de las mayores curiosidades del boxeador está en su nombre. Molesto porque los comentaristas no lo llamaban por su apodo, ‘Marvelous’, decidió cambiar su nombre en 1982 y desde entonces legalmente era ‘Marvelous Marvin Hagler’.
Durante ese trámite se descubrió otra de las curiosidades de su vida. El púgil había empezado a boxear para vengarse después de que un boxeador le pegase en la calle. Para poder competir debía tener 16 años, por ello ‘adelantó’ dos años su fecha de nacimiento, una trampa que se descubrió a raíz del cambio de nombre.