Ya es hora para que Jorge Linares sea considerado entre el “uno-dos” del boxeo venezolano, selección que parece congelada en la figura admirable del pionero Carlos “Morocho” Hernández, pero lo hecho por el barinés acumula suficientes méritos para ser tomado en cuenta a propósito de la posibilidad que tendrá el próximo 29 de mayo en Las Vegas de recuperar su status de campeón ante Devin Haney.
Para algunos ese sería su último tren o más bien el portaviones que lo ubique de nuevo en la cúspide.
Veamos.
Linares es un trotamundo del boxeo. El más universal de todos que se abrió con su talento desde sus inicios en el boxeo allá en su natal Barinitas.
Al dar el salto al profesional mostró su calidad incuestionable. “Hay púgiles que nacen aprendidos”, nos dijo una vez el legendario entrenador que formó Juancito Medina que forma parte de la élite del boxeo venezolano.
Esa expresión ocurrió en un programa en Maracay que no fue precisamente la mejor noche de Linares ante un púgil colombiano, pero Medina, experto en diamantes sin pulir y muy ajeno a trabajar con Linares nos dejó saber que “éste había nacido aprendido”.
Ese talento fue observado por varios. Quizás el más convencido fue Gilberto Jesús Mendoza, el actual presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) vinculado al boxeo prácticamente desde que nació.
Mendoza Jr., no dudó en advertir las condiciones de Linares y le ofreció su apoyo hasta que llega a las manos de otro “ojo de águila del boxeo”, como lo es el señor Akihiko Honda que inmediatamente lo recluta para su establo en Tokio, la conocida y prestigiosa empresa del archipiélago japonés Teiken Promotions casa de muchos campeones mundiales.
He ahí el primer aspecto por el cual hay que comenzar a bien ponderar a Linares. Salir de Barinitas a Tokio, un pueblito ubicado en los llanos occidentales de Venezuela es ya de por sí, una proeza.
Con esa mochila al hombro llegó Linares a Japón y comenzó a escribir su historia. Noche a noche, día a día entre gotas de sudor, exigente trabajo físico y una cultura ajena totalmente.
Campeón AMB, CMB y la faja de The Ring Magazine.
Jorge hizo sus primeras siete peleas en Japón y en la séptima debuta en El Poliedro de Caracas disputando el titulo Fedelatin-AMB supergallo ante Hugo Rafael Soto, a quien vence por decisión unánime señando ya sus primeras dotes del gran peleador en el que se convertiría.
Vuelve a Japón y hace otras tres peleas, luego aparece en Panamá y Buenos Aires, Japón, Maracay hasta que recibe la oportunidad de disputar la faja pluma vacante del Consejo Mundial de Boxeo (CMB)con 23 peleas invicto ante el mexicano Alfredo “Chololo” Larios, un rival nada fácil, que incluso había batallado diez rounds con Manny Pacquiao.
Defiende el titulo ante el azteca Gamaliel Díaz en Cancún y luego busca su segunda corona en categoría diferente, la superpluma ante el panameño Whyber García a quien liquida en cinco rounds y realiza una defensa ante Josafat Pérez en Nuevo Laredo, Texas y es sorprendido en Tokio por el mexicano Juan Carlos Salgado en el 2009, quien lo noquea en el primer round.
Regresa a recomponer su carrera y obtiene otras cuatro victorias en La Guaira, Las Vegas, Tokio y Mazatlán y sube a buscar la faja ligero del Consejo ante Antonio De Marco.
Linares se enrumbaba a ser historia dándole prácticamente una paliza al mexicano hasta que es víctima de una herida en el rostro, sin embargo, continuó dominando el combate pero ante tanta sangre el referí detuvo el combate impidiendo que se anexara un triunfo que tenía prácticamente en el bolsillo.
El venezolano volvió al ruedo y de nuevo es sorprendido ante otro mexicano, esta vez fue Sergio “Yeyo” Thompson quien lo noquea en dos rounds en Cancún.
Lo que pareció el fin de su carrera se convirtió en su mejor aliciente. Gana una eliminatoria en Japón y disputa la faja vacante ligero del CMB con otro mexicano, esta vez sería Javier Prieto quien paga los platos rotos y es aniquilado en cuatro rounds, conquistando su tercera faja en categorías distintas.
Defendió dos veces ante Kevin Mitchell e Iván Cano y por indisposición física se ve obligado a abandonar el titulo, pero recibe oportunidad de disputar la vacante de la AMB ante Anthony Crolla a quien vence en la primera y le repite la dosis en la revancha. Consigue otro inglés en su lista, el exolímpico Luke Campbell, luego despacha a Mercito Gesta hasta que le toca defender ante Vasyl Lomachenko.
¿El último tren de Linares?
Lo impensable, Lomachenko en la lona producto del recto de derecha de Jorge.
El combate con el ucraniano merece líneas apartes. Linares se dio el lujo de ser hasta el momento el único que ha enviado al tapiz a Lomachenko.
Admirable actuación del venezolano ante uno de los peleadores más impactantes de la última década.
La cuarta corona
Linares, como todo buen guerrero y como hombre que maneja y conoce algo de marketing deportivo, asumió una aspiración lógica y razonable. Intentar ser campeón en una nueva categoría, las 140 libras. Su osadía salió costosa luego de salir airoso ante Abner Cotto.
Un peleador establecido en la división, digamos que un welter rebajado le tocó como rival y le sacó del camino con un nocaut contundente que le hizo saber que su ruta, al menos por ahora, está en las 135 libras donde tiene prestigio y goza de mucho respeto en la que muchos consideran la división top del boxeo.
Tras retomar su ruta en el peso ligero Jorge obtuvo dos nuevas victorias nada despreciables para el regreso. Primero ante Al Togoyon, un filipino muy bregador y luego ante el incomodo Carlos Morales a quien liquido de manera clara, rival por cierto que le dio mucha más batalla a Ryan García.
El púgil venezolano estuvo a punto de pelear el titulo diamante del CMB ante Javier Fortuna, pero el covid se le impidió y ahora aparece la gran oportunidad ante Devin Haney, una pelea que viene como anillo al dedo para el trotamundos del boxeo venezolano.
Decir que será un combate fácil es pecar de optimistas, pero un joven con Haney, sin mayor fuerza en sus nudillos, pero con una habilidad que se pierde de vista, es un rival perfecto para el veterano que aún está entero y que tiene como carta de presentación un trepidante recto de derecha, el mismo que envió a la lona a un confundido Vasil Lomachenko.
¿Será el combate ante Haney el último tren de Linares?
Eso solo lo pue definir él, que tiene un record de 47,5, 29KOs con catorce peleas de campeonato mundial.
Es como temerario pensar que un púgil entero como Linares esté abordando el último tren. Por el contrario, lo vemos en otro, en revancha con Vasyl Lomachenko o despejando el camino ante Ryan García a quien conoce muy bien porque en el pasado fue su sparring partner.
Y quien quita, como en este deporte nada está escrito, lo intente de nuevo en las 140 libras.
Por ahora ya es tiempo de que se comience a pensar que Linares está en el uno-dos del boxeo venezolano de todos los tiempos.