Jero García, aparte de amigo de esta casa es coach y entrenador de boxeo en España, exboxeador, motivador, escritor, actor, pero por sobre todas las cosas un defensor integral de la actividad boxística y un ciudadano ejemplar. A propósito del Día del Trabajador hemos tomado de su teclado este relato muy propio de un deporte que reivindica al ser humano y que “…ha salvado muchas vidas.”.
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JERO GARCIA / Coach de boxeo.-
En el prólogo del día del trabajador quería agradecer a mi deporte todo lo que ha hecho por mí, que es muchísimo. He intentado defenderlo a capa y espada, no era misión fácil pero mi granito de arena he aportado. Siempre he procurado hacerlo desde la pulcritud, lo bonito, lo social, olvidándome del reverso tenebroso que a veces es la competición y los mercaderes de carne que pululan por ella.
Muchas horas conversando con mi añorado David Gistau sobre los complejos que teníamos la gente del pugilismo, siempre a la defensiva, con la guardia arriba, que ya era hora de echarlos a un lado y empezar a creer en nosotros mismos.
Eso intentaron hacer conmigo, al entrar en uno de los programas televisivos más populares de este país quisieron venderme como al pobrecito boxeador que gracias al deporte no está tirado en la cuneta de un arrabal.
– Y una mierda!
Les dije yo.
Mira que lo intentaron, por activa y por pasiva, pero no me dejé. Era la oportunidad de que la gente viera el boxeo como lo que es, un arma transformadora de personalidades para lo bueno, lo sano, lo digno.
Creo sinceramente que lo conseguí, rara fue la entrevista o momento en los medios donde no vendí mi deporte. Y lo hice por la deuda que tengo con él, ni más, ni menos, porque le debo todo.
El boxeo tiene fuerza para defenderse desde todo lo que aporta, que no es necesario el momento típico y obsoleto de la redención, «el boxeo me sacó de la calle».
Soy consciente que muchos me criticaron y me vilipendiaron, pero lo volvería hacer mil veces. Conseguimos cambiar la opinión de mucha gente, un program
a de televisión que mostraba a un exboxeador y entrenador de boxeo como educador ayudó a que este deporte entrara en los hogares con otros ojos.
Nuestro deporte se lo merece, el trabajo que hacemos en las escuelas, no sólo de boxeo sino de todo tipo de deportes de contacto y artes marciales es impresionante. En ese punto, desde el ring o tatami más pequeño del gimnasio más alejado, es justo donde está el verdadero valor y donde siempre acudo a buscarlo cuando se me pierde.
Posdata: “El Boxeo es Vida, Vive Duro”, no porque el boxeo y la vida lo sean, que lo son, sino porque el boxeo ha salvado muchas vidas.