No fue un simple cambio de equipo. Tiene que ver con otras cosas en juego, como la estabilidad organizativa del boxeo argentino actual, incluidos contratos, TV, y precedentes peligrosos, porque al decir de OR Promotions (en la palabra de la hija del promotor, Georgina Rivero, que junto a su hermana Natalia están sucediendo las tareas de su padre) tienen contrato firmado con Gauto hasta 2023.
Es más -siempre a decir de OR Promotions, incluyendo una extensa nota que salió publicada en la web de TyC Sports-; la empresa le pagaba una mensualidad al púgil para mantenerse en estos meses de no competitividad.
La pantalla deportiva nacional (TyC) a la vez debilita peligrosamente su plantel de figuras día a día, teniendo en cuenta que trabaja con tres promotores en exclusividad dentro del país, como Osvaldo Rivero, Mario Margossián, y Sampson Lewkowicz.
No es el primero que se le va a OR, ya que desde el año pasado lo han hecho nada menos que la Tigresa Acuña, la Pantera Anabella Farías, el Cuervo Alejandro Silva (marido de la Tuti Bopp) y apenas le queda como figura promisoria Gustavo Lemos, todos en éxodo a las huestes del Chino Maidana y Acero Cali, quienes publicaron una foto en las redes sociales con Gauto y el contrato en mano.
Lo más curioso es que se estaba trabajando para la próxima pelea mundialista del púgil, y tenían dos ofertas: una por la corona minimosca OMB ante el campeón Elwin Soto, y otra por una eliminatoria AMB ante el norteamericano Jesse Rodríguez, Nº 3 (Gauto está 5º en esa entidad). Había que elegir cuál de los dos caminos. Pero al otro día salió la foto firmando con CMP, y tanto Gauto padre como hijo dejaron de responder llamadas.
Revolución en el boxeo interno, porque CMP televisa sus peleas por ESPN, lo que atentará enormemente (aún más) contra las peleas caseras, la pantalla boxística, y por ende, contra el boxeo nacional. ¿Cómo seguirá la historia?.
El Avión Gauto aterriza en nuevo aeropuerto.
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