¿Combate del año?.
JERO GARCIA / Coach de Boxeo.-
El Taylor vs. Ramírez nos dejó un buen sabor de boca, dos invictos, dos campeones dando el todo por el todo. El combate fue digno de su expectativa, que yo muchas veces digo que dos boxeadores malos hacen un buen combate pero dos buenos con hambre lo hacen mucho mejor.
Una primera parte para Ramírez y una segunda espectacular para Taylor, coronada con dos caídas de su rival le ascendieron a los cielos. El escocés no sólo es el mejor superligero del mundo sino que puede rozar la excelencia de todos los zurdos actuales, y que conste que los hay muy buenos.
No estoy muy de acuerdo con las cartulinas con un triple 114-112, pienso que Taylor se merecía más en el enjuiciamiento. Según los jueces si Ramírez no hubiera caído Taylor no se hubiera ceñido las cuatro coronas, pero eso a mi entender no fue así. Pero no escribo estas líneas para criticar el verdadero cáncer del boxeo, el arbitraje… Nada más lejos de esa intención.
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La clave del combate no fueron los jueces, no fueron las caídas, no fue la puntería del escocés, ni el encaje del américo mexicano… Fue una mano sutil que el oriundo de las Islas Británicas fue poniendo poco a poco en el cuerpo de Ramírez.
Ese semigancho al torso, lanzado después de la esquiva, al encuentro o en ataque precedido por rectos de derecha abrió la lata. Esa fue la llave de la puerta a la victoria, esos golpes sordos, como gotas de agua que quiebran una piedra, fueron minando las fuerzas del bueno de Ramírez.
El californiano no se dio cuenta que, poco a poco, le iban inoculando un virus al cuerpo que le iba a restar esa energía necesaria para pelear de tú a tú con un súperserie.
Abajo no se las come nadie, esa mano de zurdo es un aval para el triunfo final. Hay que tener mucha paciencia, pero esta es la virtud de los grandes campeones. “Constancia valerosa de no caer en el mal” esa es la definición que le daban los antiguos filósofos a la “Paciencia” ¡No sabían nada estos arcaicos pensadores!
Las prisas matan en la vida, pero en el boxeo un poco antes. Pegar abajo es básico en el boxeo pero en el pugilismo rentado es imprescindible.
Gracias Taylor por el combate que nos distes y gracias por ayudarme a reiterar el golpeo a las zonas blandas.
Aquí, desde el planeta metido en un garaje que es La Escuela, este zurdo tiene su mayor admirador.
Posdata: Yo pediría a los Reyes Magos una revancha, si no ha sido el combate del año poco le falta.
¿Combate del año?
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