Hace 24 años Tyson le arrancó un pedazo de oreja a Holyfield.
Maricela Flores / de10.com.mx
Fue el 28 de junio de 1997, en la competencia por el título mundial de los pesos pesados, cuando el boxeador Mike Tyson, protagonizó una pelea que se quedó en la memoria de los espectadores. Este hombre hizo algo sumamente extraño e inusual: le arrancó un pedazo de oreja a su rival.
Tyson había conseguido una anhelada revancha ante Evander Holyfield, quien, meses atrás, lo había derrotado por knockout.
La bolsa de este nuevo enfrentamiento era de 30 millones para Mike y de 35 millones para el campeón, Evander. Se trataba de la pelea más cara de la historia en el boxeo.
El mundo esperaba ver un duro combate en el MGM Grand Arena en la Vegas, Estados Unidos. En el primer round, Holyfield fue advertido por los constantes cabezazos que le lanzaba su oponente.
Sin embargo, Tyson perdió los dos primeros rounds. Antes de empezar el tercero, el boxeador salió de su esquina sin su protector bucal. El réferi se dio cuenta y le ordenó ponérselo para reanudar la pelea. Cuando quedaban 40 segundos de ese asalto, Mike se acercó a Holyfield y descaradamente mordió su oreja. Le arrancó un pedazo de 2 centímetros y luego lo escupió en el ring.
Todos quedaron impactados, incluso, este hecho histórico del deporte todavía sigue dando vueltas en YouTube.
Evander comenzó a saltar por el dolor, mientras brotaba sangre de su lado derecho. Todo era confusión y los asistentes se metieron al cuadrilátero. El combate fue suspendido y minutos después, un trozo de la oreja de Holyfield fue levantado del piso.
Debido a esto, se le retiró su licencia de boxeo y fue multado con tres millones de dólares. Aunque regresó a los rings en octubre de 1998.
Trece años después, en el 2010, Mike Tyson reveló qué fue lo que lo llevó a realizar algo así. En declaraciones al diario The Guardian, confesó que “fueron las drogas. Sólo pensaba en las drogas. Yo creía que era Dios, me sentía como Dios. Pero lo hecho, hecho está. Yo creía que era Dios, me sentía como Dios. Pero lo hecho, hecho está”.
El púgil, que cumple 54 años de edad, tuvo una carrera llena de éxitos, pero también de grandes derrotas y problemas, dentro y fuera del cuadrilátero. Sin embargo, fue dos veces campeón de los pesos pesados y disputó 58 peleas, con una marca de 50 victorias, 44 de ellas por knockout.
Hace 24 años Tyson le arrancó un pedazo de oreja a Holyfield.