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Prince Naseem Hamed: El niño prodigio del boxeo.


La pinta era más de malo, de áspero, más que de un boxeador con técnica. Tenía un corte de pelo que simbolizaba la guapeza. Nacido el 12 de febrero de 1974 en Sheffield, Inglaterra; Naseem Salom Ali Hamed se convirtió en una leyenda del boxeo por un estilo vistoso y comercial a la hora se subir al ring.

Desde niño fue considerado un boxeador prodigio. Fue descubierto a los 7 años en un gimnasio local por Brendan Ingle, quién luego sería su personal trainer por los siguientes diecisiete años. Ganó cinco veces el National Schoolboy Boxing Championship y dos veces el título de la Amateur Boxing Association. A los 18 años se convirtió en profesional, cuando el 14 de abril de 1992, en el Leisure Centre venció por KO en el segundo round Ricky Beard.

Su estilo era impactante. Luchaba con la guardia baja, bailaba ante el rival, lo burlaba. La derecha tocaba, medía y desde la nada sacaba una izquierda que durante casi toda la lucha la mantenía frágil, pegada a su cuerpo.

No solo noqueaba, sino que dejaba “groggy” al rival. En la mayoría de las peleas sufría descuentos de puntos por excederse dentro del ring.


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Su récord fue impresionante. 36 peleas ganadas (31 por KO) y una sola derrota. 24 peleas las terminó antes del 4° round.

Dentro de sus batallas hay varias para el recuerdo. Contra Kevin Kelley en 1997, que representaba su primera pelea fuera de Inglaterra. Naseem cayó en tres oportunidades (en el 1ero, 2do y 4to round), pero sin embargo logró conservar el título de Peso Pluma de la Organización Mundial de Boxeo al noquearlo en el 4° round.

Su éxito no solo era arriba del cuadrilátero, sino también para los medios. Tenía consumos extravagantes y era el preferido por los paparazis. En 1999 recibió la distinción de Miembro de la Orden del Imperio Británico. Pero sus pergaminos cayeron un 7 de abril de 2001, una semana antes de cumplir los 30 años.

Prince Naseem Hamed: El niño prodigio del boxeo

Con la guardia abajo provocando a su único victimario, el mexicano Marco Antonio Barrera.

Se encontró frente a Marco Antonio Barrera, quién le siguió el juego de la provocación y buscó aguantar hasta cansarlo. En las apuestas, Barrera no era el favorito: pagaba 7 a 1. El triunfo del mexicano fue claro como lo vieron los jueces tras los doce rounds: 116-111, 115-112 y 115-112. Un verdadero golpe al ego de Naseem Hamed.

Su rival más grande fue su ego y fue por eso que la derrota con Barrera iniciaría el final de su exitosa carrera. Trece meses después de la pelea frente al mexicano, volvió al ring y venció por puntos al español Manuel Calvo frente a 14mil personas que lo abuchearon al notar que su ritmo ya no era el mismo.

Todo esto, que es parte de su historia, configura la semblanza de un gran boxeador ahora convertido en leyenda.

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Prince Naseem Hamed: El niño prodigio del boxeo.