Fury y Wilder calientan sus baterías.
Los protagonistas de la trilogia del peso pesado Tyson Fury y Deontay Wilder comienzan a calentar sus baterías y respiran optimismo para dejar las cosas claras.
El combate, que ha sido demorado por diversas causas, la última de ellas por Covid, ya no tiene vuelta atras y quedará definido quien es el verdadero campeón del CMB.
Fury-Wilder enfrentarán el próximo sábado 9 de octubre en un evento de pago por visión desde el T-Mobile Arena de Las Vegas.
Ante el conteo regresivo, Fury ya comenzó con sus pronosticos: «Voy a noquear a Deontay Wilder y va a ser incluso más rápido que nuestra última pelea», dijo.
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Fury tiene motivos para su optimismo porque ya aplicó esa dosis a Wilder en su segunda pelea en febrero de 2020 para capturar el título del CMB.
«Si no pudo ganarme después de tres años fuera del ring y de perder 10 piedras de peso, nunca me ganará. Ninguno de ellos lo hará. Son unos vagos engreídos. Todos ellos. Wilder, Joshua, Usyk. Todos son vagos. Comparados conmigo, no son buenos».
«Esperemos que Fury tenga la suficiente confianza para seguir adelante con esta pelea, porque voy a ser un Deontay Wilder reinventado el 9 de octubre», dijo Wilder, que había defendido con éxito su título de los pesos pesados 10 veces antes de perder ante Fury.
«Este campo de entrenamiento me ha rejuvenecido. Me ha refrescado. La clave de la victoria en esta pelea es tener una mente violenta, pero abordarla con calma. Tengo a toda la gente adecuada a mi alrededor y estamos deseando que llegue el 9 de octubre. Sólo espero que Fury esté preparado para ofrecer un espectáculo a los aficionados y hacer historia una vez más», expresó The Bronze Bomber.
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Fury y Wilder calientan sus baterías.