Nakatani retiene su faja en sangrienta pelea.
El japonés Junto Nakatani desarrolló una tenaz ofensiva desde el comienzo de su defensa ante el boricua Angel «Tito» Acosta y aprovechó que le partió la naríz en el mismo primer round para retener su faja por nocaut técnico en el cuarto round reteniendo su faja mosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en Tucson, Arizona.
El árbitro Rocky Burke detuvo su pelea decretando la victoria del campeón porque determinó que la nariz gravemente ensangrentada de Acosta se había vuelto demasiado peligrosa a principios del cuarto asalto.
El japonés Nakatani retuvo su título, mejoró a 22-0 y registró su 17º nocauts en la cartelera de Oscar Valdez-Robson Conceicao en el Anfiteatro AVA del Casino del Sol en Tucson, Arizona.
El puertorriqueño Acosta (22-3, 21 KOs) fue detenido oficialmente a los 32 segundos del cuarto asalto de un combate programado a 12 asaltos en las 112 libras.
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No hubo mucha acción en el cuarto asalto antes de que Burke detuviera la acción.
Burke pidió la segunda pausa en otros tantos asaltos con 1:22 en el reloj en el tercer asalto, para que un médico en el ring pudiera examinar la nariz ensangrentada de Acosta.
La nariz de Acosta siguió sangrando mucho cuando se reanudó la acción. Intentó protegerse mejor y ató a Nakatani en ocasiones antes de que concluyera el tercer asalto.
El médico de la comisión supervisó la nariz ensangrentada de Acosta a falta de 1:13 para el final del segundo asalto. Acosta, cuya nariz empezó a sangrar durante el primer asalto, optó por continuar.
Se adelantó y lanzó duros golpes durante el resto del segundo asalto. El gancho de izquierda de Acosta respaldó a Nakatani a falta de poco más de 10 segundos para el final del segundo asalto.
Nakatani aterrizó una mano izquierda justo antes del ecuador del primer asalto. Su izquierda al cuerpo desequilibró a Acosta a falta de poco más de un minuto para el final del primer asalto.
Un gancho de derecha de Nakatani hizo tambalearse a Acosta a falta de poco menos de 40 segundos para el final del primer asalto. Para entonces era obvio que Nakatani tenía las manos más pesadas.
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Nakatani retiene su faja en sangrienta pelea.