Grandes posibiidades de unificación en el peso completo.
Jesús Cova.
La rotunda victoria alcanzada el sábado 9 de este mes por el inglés Tyson Fury sobre el estadounidense Deontay Wilder, a quien demolió con derribos por 8” en el 3° (él cayó dos veces en el siguiente)– y una más en el 10°para finalmente despacharlo al minuto y 10 segundos del undécimo, dejó abierto un vasto campo de posibilidades para un gran combate de unificación del cinturón mundial pesado entre el Rey Gitano y el triunfador en la revancha a que contractualmente está obligado a otorgar el ucraniano Oleksandr Usyk al excampeón Anthony Joshua, a quien arrebató el 25 de septiembre las fajas AMB, OMB, FIB e IBO.
El combate Fury- Wilder, tercero entre ambos –con el primero en defensa del cetro del CMB, en el Mobile Arena de Las Vegas–, ha sido sin discusión uno de los mejores y de mayor intensidad del año. No tanto en lo técnico sino en especial por las muchas alternativas que deparó. Ambos se enfrascaron en constantes y violentos cambios de golpes hasta que Fury resolvió el pleito en la penúltima vuelta con una izquierda y una derecha en corto a la cabeza que llevaron a Wilder a la lona, definitivamente liquidado.
Después de ese tercer duelo el balance entre ellos quedó 2-0-1 en favor de Fury con unas tablas en el primero el 1/12/2018 en el MGM Grand de Las Vegas y el triunfo del europeo por KOT7 el 22/2/20 en el Staples Center de Los Ángeles.
Un factor decisivo en el resultado estuvo en la abierta diferencia de peso: Fury dio 125,6 kilos (277 libras), y Wilder registró 108 kilos (238 libras). Fury, de 33 años, sacó partido a esa ventaja pues en los amarres se montaba sobre el rival y lo agotaba, visiblemente. Aun así, el retador ofreció una dura y valiente oposición. En el 3° cayó por los 8 segundos reglamentarios y aun cuando en el 4° pareció reponerse al llevar dos veces a la lona al oponente, luego de cambiar golpes sin pausas en los siguientes, con el inglés al frente en las tarjetas, el final sobrevino de improviso en el once.
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Fury (todos los datos numéricos se tomaron del portal Boxrec) quedó con 31 (22).0-1 en tanto que Wilder, de 31 años, cerró con 42 triunfos, 41 por nocaut, 2 reveses antes del límite, un empate y con su futuro boxístico en precaria situación. Por su lado, el apodado “Rey Gitano” mira ahora hacia la pelea de su vida, la de la bolsa grande, que seguramente tendrá una vez que Usyk y Joshua se midan de nuevo, posiblemente a comienzos de 2022 y pelea aquella que dejará en claro quién es, con total certeza, el mejor peso completo de la actualidad.
A Fury le da igual Usik o Joshua
Ninguna duda cabe en cuanto a que el recio y parlanchín soberano del Consejo Mundial tiene el absoluto convencimiento de su superioridad sobre el resto de los púgiles de la categoría, como lo ha pregonado incontables veces.
El apodo le viene a Fury de sus orígenes. Nacido en Manchester, Reino Unido, desciende de una familia de gitanos irlandeses que suelen viajar en carromatos y en caravanas de una a otra parte para acudir a ferias en las que el boxeo es una de las actividades más corrientes, razón por la que él aprendió a pelear desde cuando tenía apenas 10 años. Su nombre lo debe a Mike Tyson, ídolo de su padre (que también peleó, como su hermano Tom y su primo Billy Joe Saunders, hace poco noqueado por “Canelo”), quien era la figura del ring más relevante mediados los años ‘80.
Su debut en el profesional se produjo ante el húngaro Bela Oyongyosi el 6 de diciembre de hace 13 años, cuando tenía 20 de edad, y lo despachó en el primero- Conseguiría nombradía cuando el 28 de noviembre de 2015 batió al legendario Wladimir Klitschko a los puntos (115-112, 116-111 y 115-112) para poner cese al largo reinado del ucraniano y quedarse con los fajines de la Asociación Mundial (AMB), Federación Internacional (FIB), Internacional de Boxeo (IBO) y Organización Mundial (OMB).
Después de esa consagración a nivel universal, perdió la brújula: cayó en el alcohol y las drogas, padeció problemas mentales, perdió legalmente primero el cetro FIB, luego la Federación Británica lo sancionó y los organismos mundiales lo despojaron de los 3 títulos restantes.
Por un buen tiempo estuvo hundido en el tremedal de aquel mundo alocado: subió de peso (ganó más de 50 kilos) y se olvidó del boxeo por unos 2.1/2 años. En suma, se descarriló. Sin embargo, dueño de una férrea voluntad se rehabilitó, regresó a los gimnasios y subió de nuevo al ring en noviembre de 2018 ante el macedonio Sefer Seferi a quien venció por KOT4- Añadió más tarde a la lista al italiano Francesco Planeta (GD10 el 18/8/18), entabló con Wilder (1/12/18), noqueó en dos al alemán Tom Schwarz (15/6/19) y por puntos al sueco Otto Wallin (14/9/19). Siguió con el KOT7 a Wilder, por el cinturón del CMB y por último fulminó a este hace 5 días.
En sus planes estaba, antes de Wilder, el choque con Anthony Joshua por los 4 tronos, una refriega ya en trámites por Eddie Hearn de Matchroom y de Bob Arum (Top Rank) para agosto del año pasado en Arabia Saudita. Pero Wilder reclamó su derecho al desquite y elevó su queja ante un tribunal.
Fury tenía la opción de darle un dinero a Wilder para que se apartara, pero no lo hizo en espera del fallo judicial, que preservó el derecho del “Bombardero de Bronce”, el alias de la reciente víctima de Fury, quien ahora tan solo aguardará por el vencedor de la Usyk-Joshua en fecha no determinada todavía.
Grandes posibiidades de unificación en el peso completo.
Debe anotarse, no obstante, que en la vía de Fury también está el inglés nacionalizado Dillian Whyte (nació en Jamaica hace 33 años), rey interino del CMB, quien espera su chance para una pelea mandatoria que debía efectuarse antes de fin de año. Sin embargo, luego de la victoria de Fury el presidente del CMB, Mauricio Sulaimán, declaró que “dejaremos descansar al campeón, si así lo desea. Si concreta su pelea con Usyk o Joshua antes de un mes, le daremos la oportunidad de ir directo contra el ganador de estos dos”, enfatizó MS.
Whyte tiene un llamativo récord de 29 (19)-2-0, las dos caídas ante Joshua en 7 rounds en diciembre de 2015 y frente al ruso Alexander Povetkin, que lo noqueó en 5 en agosto de 2020 en discusión de la faja interina CMB. En una segunda pelea Whyte tomó venganza con un KOT4 en marzo de este año y ganó la faja que hoy ostenta y que debe exponer el 30 venidero contra el sueco Otto Wallin.
De vuelta con la potencial y más esperada refriega de Fury con quien resulte ganador de la Usyk-Joshua, podemos asentar que una considerable mayoría en el ambiente del boxeo presume que el ucraniano dominará de nuevo a AJ, en vista de la facilidad con la que el invicto zurdo, ex campeón de los cruceros, doblegó al de Watford, Reino Unido al igual que el “Gipsy King.”
«Me da igual si es uno o el otro. Al que sea lo venceré», se dirá Fury aun cuando no lo haya expresado públicamente así ante los aficionados.
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