En un combate que ha sido calificado por los expertos como uno de los más técnico de la historia el invicto Sugar Ray Leonard, se coronó Campeón por primera vez al noquear en el round 15 al boricua Wilfredo Benítez en el Caesar s Palace de Las Vegas, y de esta forma capturó la Corona de los Welter CMB.
En los casi 15 asaltos del combate el par de jóvenes apelaron a sus mejores y más lúcidos recursos técnicos para dar un espectáculo de excelencia boxística. Leonard fue prevaleciendo gracias a su mayor disposición ofensiva y a su velocidad de mano. Benítez nos mostró su buena ubicación, su sentido de la distancia y su engañoso pero eficiente Jab de izquierda.
En los tres primeros asaltos la paridad era evidente, aunque ligeramente prevalecía la mayor velocidad de Leonard. En el cuarto round un cruce de Jabs hizo que Benítez fuese a dar a la lona violentamente; se levantó en buenas condiciones, pero sorprendido por el puño de Sugar Ray quien no encontró como intentar un remate debido a que Benítez rápidamente se ubicó, en guardia, a la distancia requerida y en condiciones de desplegar sus habilidades como eminencia defensiva.
En uno de los cruces Benítez salió con una herida en la frente de donde emanaba un hilillo de sangre que le bajaba por la nariz hasta la boca escena que fue captada por los fotógrafos y reflejaba el rostro sangrante de Benítez quien sacaba la lengua para alcanzar el líquido rojo en la punta de su nariz.
Continuó la pelea en la misma tónica era una exhibición magistral del buen boxeo. Leonard intentaba violentar las acciones, pero Benítez usaba su habilidad para regular el ritmo del combate.
Al llegar al último tercio de la pelea la esquina del boricua cayó en cuenta que iban abajo en las tarjetas y aumentó la presión.
Benítez trato de apretar y lo logro a medias ganando un par de asaltos. Al final, todavía abajo, el de Puerto Rico trató de presionar. Un cambio de golpe en el centro del ring derivó en que Benítez cayera de rodillas producto de un gancho de izquierda a la cabeza del boricua, que a pesar de todo no le llegó de lleno. El sangrado de la frente continuaba; Benítez se levantó sin muchos problemas, aun limpiándose la sangre con la lengua.
El referí filipino Carlos Padilla Jr. efectuó el conteo y la pelea continuo. Leonard llevó a una esquina a Benítez quien parecía en condiciones de presentar pelea todavía pero el árbitro Padilla detuvo las acciones declarando vencedor a Leonard, creíamos que los puertorriqueños iban a protestar, pero sorpresivamente Benítez abrazo muy sonreído a Leonard aceptando la derrota. Al momento de la detención del combate los jueces llevaban arriba a Leonard.
Así estaba la puntuación; Harry Gibbs 136-134, Art Lurie 137-130 y Ray Solis 137- 133. La reacción de Benítez causo extrañeza y originó diversos comentarios algunos de ellos picantes y chistosos como uno que asomaba un supuesto cortejo de parte de Benítez a una graciosa hermana de Leonard, pero la parte seria de la historia nos recuerda que ambos continuaron triunfando en el boxeo.
Benítez alcanzó el título de la división superior noqueando al inglés Maurice Hope y Leonard conquistó cuatro títulos más. Son dos inmortales del boxeo. De aquel cómbate celebrado en Las Vegas el 30 de noviembre de 1979 se cumplen 42 años.