Benavidez-Lemieux…cuando el boxeo se convierte en carnicería.
Benavidez-Lemieux…cuando el boxeo es carnicería.
La categórica victoria del mexico-americano David Benavidez frente al canadiense David Lemieux tiene dos puntos negros que por el bien del deporte deben ser corregidos para futuras oportunidades para evitar que el boxeo se nos convierta en una carnicería.
En primer término, reseñamos la negligente actuación del árbitro Harvey Dock quien permitió esa horrible masacre con un Benavidez castigando a mansalva cual pelea callejera ante un Lemieux indefenso que evidentemente ya no quería pelear.
Vimos Benavidez lanzar hasta ocho ganchos de izquierda seguidos acción que solo ocurre cuando un boxeador le pega a un saco. Aparte de antiestético y anti boxeo, el canadiense se tardó más de 20 segundos sin lanzar un golpe ante la inoperante actuación del referí que debió detener esa masacre y ponerle final a un feo espectáculo que deslució la merecida victoria del Bandera Roja.
En síntesis, fue un combate desigual entre un ex campeón con créditos para seguir avanzando y un ex monarca que a partir de este momento quedará –si decide continuar en el boxeo- solo como probador, porque sin duda sus mejores momentos ya pasaron.
Benavidez lució muy superior, pero en honor a la verdad pareció un peleado callejero, acción solo justificable con ese afán que tiene de seguir avanzando en este deporte donde ya ha sido campeón mundial dos veces.
Lo otro fue el lenguaje escatológico que poco bien le hace al deporte y a su figura pública. Llamar perras a sus compañeros de división es poco menos que inelegante e inadecuado que desprestigia a un deporte de contacto tan noble como el boxeo.
Es una verdadera lástima que este espectáculo haya sido empañado por situaciones que no debería volver a ocurrir. Lo que hagamos bien por nuestro deporte será infinitamente agradecido por los millones de seguidores que aman al boxeo en todo mundo.