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Serrano protagonista de aquella «Noche Negra del Boxeo Latino».


Simón Piña.

Era la undécima defensa de la corona de los ligeros Jr que el boricua Samuel Serrano efectuaba, desde que el 16 de octubre de 1976 había destronado al filipino Bienvenido “Ben” Villaflor, un zurdo agresivo que había despojado al venezolano Alfredo Marcano en 1972 de su título en una discutida decisión en Honolulu. Participaba en una cartelera estelar en el fabuloso recinto “Joe Louis Arena” de Detroit y su rival era un duro pegador, aunque de estilo predecible, el japonés Yatsutsune Uehara.

‏Serrano era un hombre que sabía bien el oficio de batallar en el ring. Tenía un tamaño privilegiado para su división y lo utilizaba con efectividad. Su largo jab le facilitaba el camino para la ejecución oportuna de disparos con su derecha a larga distancia o la implementación de efectivas combinaciones al cuerpo y a la cara. Su estilo era laborioso y paciente. Estaba lejos de ser espectacular.

Tampoco era un objetivo apetecible para las figuras de las divisiones afines, como si lo eran hombres como su paisano Alfredo Escalera y el “Flaco Explosivo” Alexis Arguello, quienes fueron campeones de la otra versión, durante el largo reinado de Serrano.


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Aparte de Villaflor, su rival más acreditado fue el relampagueante panameño Ernesto “Ñato” Marcel con quien combatió a 10 asaltos en Panamá en una cartelera en la cual, la estelar fue entre el colombiano Kid Pambelé y el japonés Lyon Furuyama. Serrano perdió decisión dividida con Marcel en una pelea pareja.

Antecedentes

Desde los comienzos de su carrera el “Torbellino de Toa Alta”, destacó como un prospecto interesante. Sus ventajas físicas, más su dedicación al gimnasio y el orgullo personal le presagiaban un futuro promisor en el boxeo. Por esto, cuando el 13 de abril del 76, empató con el Campeón Ben Villaflor en Honolulu, Hawai, no hubo mayor sorpresa.

Ya en Puerto Rico sabían que Samuel era capaz de sorprender, aun cuando Villaflor era un Campeón que impuso la ley del Nocaut en su reinado en la división.

Esto animó a promotores locales a traer la revancha a la “Isla del Encanto”. Así, el 16 de octubre del mismo año 76, Samuel superó claramente al filipino Villaflor en el estadio Hiram Bithorn de San Juan. Desde entonces defendió su corona por distintas partes del mundo, desplegando su boxeo táctico, poco espectacular, pero efectivo que le daba el apoyo de los jueces aun cuando fueran de otras latitudes.

Trayectoria como Campeón

‏Ya coronado, viajó a Guayaquil, Ecuador, a su primera defensa. Pero en su primer round disputado como campeón, apenas empezó la pelea, pronto se vio depositado en la lona. Alberto Herrera, el retador salió con todo, determinado a conquistar esa corona allá mismo en su patio. Pero Serrano se lo tomó con calma y pronto controló la pelea. Derribó a Herrera en el 8vo y luego en el 11 donde pudo terminar la faena.

Unos meses después estuvo en Venezuela, concretamente en el estadio “Luis Ramos” de Puerto La Cruz, ciudad costeña del oriente venezolano. El 26 de junio de 1977, Samuel Serrano retuvo su corona por 2da vez al derrotar claramente por decisión a Leonel Hernández, quien comenzaba a convertirse en un sempiterno retador frustrado.

Luego hizo cuatro defensas seguidas en su natal Puerto Rico. Decisión unánime sobre el japonés Apollo Yoshio; Ko en 10 sobre Tae-Oh Kim, coreano, este lo tiró peligrosamente a la lona en el 3er round; Amplia decisión sobre el mexicano Mario “Azabache” Martínez.

El sistema de puntuación no fue el tradicional 10-9 sino 1-0 y los tres jueces votaron por Serrano 14 a 1. Luego venció por Kot en 9 al coreano Young-Ho Oh.

Antes de finalizar el año 78 viajó a Japón para ganar una decisión unánime a Takao Maruki. En el 79 peleó en puerto Rico con el dominicano Julio “Diablito” Valdéz al que derrotó por decisión unánime. Noqueó en 8 al sudafricano Nkosana Mgxaji allá en el llamado “Continente Negro”. Noqueó en 13 al japonés Battlewack Kazama en Nara, Japón. Vino entonces la undécima defensa ante el japonés Yasutsune Uehara en Detroit el 2 de agosto de 1980, hace 42 años.

Serrano protagonista de aquella "Noche Negra del Boxeo Latino"

Serrano golpeando la pera loca.


Serrano protagonista de aquella «Noche Negra del Boxeo Latino».


La sorpresa del Año

La pelea se desarrolló tal como se esperaba, con Uehara buscando un resultado violento en un intercambio de puños y con Serrano trabajándolo con técnica e imponiendo su buen boxeo. En los cinco primeros rounds, el boricua impuso su estilo de pelear afuera con un buen uso de su largo jab de izquierda y lanzando ocasionalmente su derecha larga.

Tan clara iba la cosa que los tres jueces (árbitro y dos jueces), el venezolano Luis Sulbarán y los jurados Harold Lederman y Stanley Berg llevaban idéntica puntuación de 50-45 a favor de Serrano.

Corría, casi sin novedad, el 6to round cuando Serrano se recostó de uno de los rincones y trató de salirse hacia su izquierda lanzando antes su derecha. Microsegundos antes, Uehara lanzó un bombazo con su derecha que entró pleno en la mandíbula del boricua quien se desplomo a la lona.

El público guardó silencio ante aquella acción tan sorpresiva y observó cómo el árbitro Luis “El Carabantino” Sulbarán comenzaba el conteo sin que Serrano diera señales de que se podría levantar antes de que el referee llegara a 10. Imposible, el golpe había sido demasiado noble y el boricua estaba imposibilitado de continuar.


El 2 de agosto de 1980 fue negro para el boxeo latino: Kid Pambelé perdió su faja welter Jr. con Aaron Pryor en Cincinnatti y luego Thomas Hearns traumatizaría a los mexicanos al noquear a Pipino Cuevas en forma impresionante.


Ni Pambelé ni Pipino volvieron siquiera a disputar un título mundial, pero el testarudo Samuel Serrano no se conformó con esta sorpresiva derrota y continuaría algunos años más en el boxeo.

Luego de una pelea de preparación, se concretó la revancha con Uehara. El 9 de abril del 81 en Wakayama, Japón, Samuel Serrano recuperó su título ganándole a Uehara una decisión unánime. Inmediatamente efectuó su primera defensa. Fue en el Poliedro de Caracas y su retador fue otra vez Leonel Hernández.

En diciembre del 81, noqueó en Puerto Rico a Hikaru Tomonari en el round 12. El 5 de junio del 82 se enfrentó al chileno Benedicto Villablanca en el Teatro Caupolicán de Santiago. Originalmente fue declarado ganador Villablanca por decisión, pero luego hubo una rectificación según la cual Serrano retuvo su título por decisión unánime.

El manager de Villablanca, Ricardo Liaño, por años, se quejó de esa rectificación.

El 19 de enero del 83, en el Hiram Bithorn de San Juan, Serrano perdería definitivamente el título mundial a manos del norteamericano Roger Mayweather (Tío de Floyd) quien lo dominó de cabo a rabo y lo noqueó en el octavo round. Ante el silencio del célebre estadio sanjuanero, el referee Isidro Rodriguez le contó los indeseables 10 segundos al boricua quien así cerraba un maravilloso ciclo como campeón mundial ligero Jr.

Peleó tres veces más, a 10 asaltos en Puerto Rico y luego colgó los guantes. La historia registra a Samuel Serrano como un gran Campeón del boxeo boricua, aun cuando no fue un atleta carismático.

Hoy lo recordamos, 44 años después de aquella “Noche negra del Boxeo Latino”.


Serrano protagonista de aquella «Noche Negra del Boxeo Latino».


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