Este sábado en el estadio Akron de Guadalajara, México, la máxima estrella del deporte tapatío de la actualidad, Saúl «Canelo» Álvarez se reencuentra con los suyos después de 12 años, para defender sus cuatro fajas del peso supermediano (AMB-CMB-OMB-FIB) ante el británico John Ryder en una pelea de gran expectativa a pesar del claro favoritismo del mexicano.
Vista en tres perspectivas, Canelo llega a Guadalajara para buscar emular el combate realizado en en el estadio azteca de México por el indiscutible número del boxeo mexicano Julio César Chávez ante el estadounidense Greg Haugen donde metieron 132, 247 personas el 20 de febrero de 1993.
Físicamente es imposible llegar a esa cifra porque la capacidad máxima del antiguo estadio Chivas, hoy Akron apenas tiene una capacidad para albergar a 49 850, pero eso no será ápice para hacer cuadros comparativos en estos tiempos de comunicación digital donde desde luego el combate tendrá más difusión mediática.
En lo físico Canelo tendrá que romper el hielo con relación a su mano izquierda recién operada tras completar la trilogía con Golovkin.
Como usualmente ocurre en estos casos después de una cirugía siempre existe el normal temor sobre una nueva lesión. Una vez caliente y tome confianza usará la izquierda sin complejos para lastimar a Ryder.
En lo deportivo no hay ningún tipo de dudas que esta es una pelea cómoda para el mexicano, Enfrenta a un rival que viene de una victoria polémica ante Zach Parker y otro triunfo ante un oxidado Daniel Jacobs tras fracasar previamente ante Callum Smith buscando la faja que luego paso a manos de Canelo.
¿Va a dar batalla Ryder?
Desde luego buscará aprovechar la gran oportunidad que se le presenta pero su capacidad le servirá quizás para hacer 4 o 5 rounds competitivos antes de sucumbir ante el poder de Canelo, que si no noquea dejará una ventana abierta de dudas sobre su futuro inmediato donde le esperan David Benavidez, David Morrell…y Dmitry Bivol.
