Barroso fue víctima de una acción absurda y cuestionada

Barroso fue víctima de una acción absurda y cuestionada.

Jairo Cuba / Editor de Boxeoplus.com

En un combate que tuvo problemas con la legitimidad de origen, con un rival sustituto y un oponente sin méritos para disputar un título mundial, el estadounidense Rolando «Rolly» Romero de nuevo fue beneficiado por los jueces y recibió un nuevo regalo al coronarse campeón superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) ante el venezolano Ismael Barroso, quien lo zarandeó durante casi todo el trámite de la pelea que concluyó con una decisión absurda y cuestionada del referí Tonny Weeks.

Empezamos por la legitimidad de origen porque este fue un combate sobrevenido ante el positivo por doping dado por el campeón Alberto Puello quien probablemente en los próximos días sea suspendido y oficialmente despojado, de manera que la pelea del sábado tuvo una connotación especial, negándose la AMB a aprobarla por título interino porque el organismo eliminó esa figura.

Con relación a lo de rival sustituto, en efecto Barroso estaba programado en la cartelera pero ante otro rival y su pelea ni siquiera iba a ser televisada.

Inexplicablemente no era el retador de Puello a pesar de que ya tiene cierto tiempo como retador número uno.

Al salirse de la pelea el dominicano, la empresa Premier Boxing Champions se decantó por el venezolano pensando que la pesca iba a ser fácil en su afán de inflar a Romero.

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El otro antecedente es que Romero no tenía méritos para recibir esta oportunidad después de ser noqueado por Gervonta en su más reciente combate.

Barroso fue victima de una acción absurda y cuestionada

Con todo ello, con el favoritismo en contra, peleando en la Casa del Lobo, porque Romero es de Las Vegas y ante el protegido de la empresa PBC, Barroso demostró que Romero es simplemente un globo de ensayo que reúne característica para sentarse a comer en la mesa con los grandes de la división.

Romero era el favorito porque enfrentaba a un hombre de 40 años pero siempre se dijo que si Barroso lograba engancharlo con sus potentes manos podía enfriarlo.

Romero no tenía méritos para pelear por el título superligero porque venía de ser  noqueado por Gervonta Davis en su más reciente combate.

Y casi lo hace. En el tercero, con un gancho de izquierda mandó a la lona a Romero y de ahí en adelante el anfitrión se compró un par de patines para huir toda la noche hasta que entre golpe y empujón el venezolano cae y «el árbitro no se percata».

Lo peor vino después, sin estar lastimado severamente, Weeks detuvo el combate para que se produjera el segundo regalo titular a Rolando Romero, ya que el pasado 15 de agosto de 2020, los jueces de Uncasville, Connecticut le regalaron el titulo interino del peso ligero AMB luego de ser desbordado totalmente por el dominicano Jackson Mariñez.

Frente a este escandaloso resultado las redes y las críticas explotaron:

• ¿Robo?
• ¿Soborno?
• ¿Ineptitud?
• ¿Error humano?

Todo cabe. Lo que no cabe es una decisión tan absurda y repugnante que se espera sea revocada por los nuevos «Gendarmes del Boxeo», como se le conoce ahora a la Comisión Atlética de Nevada, o bien lo haga la Autoridad Nacional de Comisiones de Estados Unidos tan diligente para unas cosas y tan negligente para otras.

Barroso fue víctima de una acción absurda y cuestionada.

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