Teófimo no puede darse el lujo de otro traspié.
Teófimo Lopez no puede darse el lujo de otro traspié en su carrera. Necesita dejar atrás aquella noche aciaga cuando perdió su invicto y sus fajas ante el australiano George Kambosos y encumbrar su carrera hacia los grandes retos que le esperan en una división que en este momento es de las mas competitiva y probablemente se convierta también en una de las mas lucrativas.
Cuando López suba este jueves al ring en Las Vegas para defender su faja de las 140 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante el incomodo Jamaine Ortíz tiene que tener todas las herramientas a mano para que una victoria convincente lo promueva para una pelea grande que bien puede ser contra Devin Haney o Subriel Matías mientras espera definición del combate entre Rolando Romero e Isaac “Pitbull” Cruz.
La prueba, a pesar de su favoritismo, será exigente porque ya Ortíz demostró ante Vasyl Lomachenko que es lo suficientemente apto para complicarle la pelea a cualquier rival por mucha jerarquía que tenga.
Ortiz maneja bien la distancia, lanza golpes con certeza y su mandíbula ya fue probada ante el ucraniano a quien le enredó la vida al punto de comprometerle la victoria.
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Teofimo, que pone siempre toda la carne en el asador con su pegada, recurrentemente se enreda con los púgiles que boxean y aguantan sus bombazos. Ante Ortíz debe tener especial cuidado con los contragolpes y las habilidades de este.
Todos estos antecedentes anticipan un combate entretenido muy importante para ambos, especialmente para Teófimo que necesita “una pelea grande” para meterse entre los diez mejores libra por libra y obtener una bolsa suficientemente apetecible, cosa que no ha logrado del todo desde que se convirtió en peleador elite.
Al Teófimo lo espera Haney, convertido en todo un fenómeno con su crecimiento como boxeador o el propio Subriel Matías cuyos créditos están en alza.
Frente a Haney, Teofimo tendría sin duda, la mejor bolsa de su vida y una victoria lo ubicaría entre los grandes, pero primero tiene que salir de Ortiz, tarea nada fácil, pero predecible.
Teófimo no puede darse el lujo de otro traspié.
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