JESUS COVA.
No hay un motivo en especial que nos lleve a ocuparnos en esta oportunidad de quien es una de las más grandes figuras del boxeo a lo largo del tiempo.
No se trata de que esté cumpliendo años de nacido o de fallecido o de alguna fecha próxima que tenga que ver con algún hecho relevante en su largo trajinar de unos 28 años sobre el ring.
Hablamos de quien nació como Archibald Lee Wright, más conocido en el mundo del pugilismo como Archie Moore, rey del nocaut con oficialmente 132 anestesiados en 186 peleas (hay quienes le asignan 194 combates y 141 KOs), para los conocedores el mejor semicompleto de todos los tiempos.
UN PELEADOR EXCEPCIONAL
Escribir en esta ocasión de Moore se debió a una simple casualidad al toparnos con su nombre mientras hurgábamos en busca de un tema de interés (y este nos lo pareció), en estos días un tanto fríos en lo que a inmediatos combates impactantes se refiere.
Esa es la razón única por la que nos ocuparemos de relatar aspectos referidos a la luminosa trayectoria sobre un cuadrilátero del personaje en cuestión
Digamos sin más vueltas que a Moore le cabe perfectamente el calificativo de excepcional, por haber sido un astro poco común en el mundo de los guantes y de los puñetazos.
Tres cualidades o virtudes le distinguieron especialmente en su caminar sobre el encordado por casi tres décadas, unos 28-29 años con breves retiros, entre 1935-1963 en los ensogados de su natal EEUU; en Argentina, donde combatió una decena de veces con un empate y las 9 restantes ganadas, 90% por KO, al igual que en Uruguay y Panamá.
La primera de aquellas singularidades fue su durabilidad de diamante. La segunda, por ser tenido, sin ninguna duda posible con Bob Foster como único rival para tal distinción, el mejor semicompleto de la historia, como apuntamos antes.
La tercera, ser el peleador con mayor número de nocauts en los anales de un deporte en el que acabar con el contrincante antes del límite equivale -en cuanto a despertar al máximo la emoción del espectador- al batazo de jonrón en el béisbol, la cesta de tres puntos en el básquet o el hat trick de un delantero en el fútbol.
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Esta nota procurará repasar muy someramente estas tres facetas de quien nació en Benoit, Mississippi, el 13 de diciembre de 1916 (otros dicen que en 1913) y fallecido a los 81 por una insuficiencia coronaria en San Diego, California, 4 días antes de su fecha aniversaria.
Moore tuvo una dura infancia. Su padre lo abandonó cuando era un nené y su madre lo entregó a unos tíos muy pobres, Cleveland y Willie Wright Moore, de quienes tomó el apellido Moore.
A la muerte del tío tuvo problemas de conducta que le llevaron hasta un reformatorio y de allí salió para hacerse boxeador.
Profesionalmente debutó en welter a los 18 años el 3 de septiembre de 1935 con un nocaut, en adelante su marca de fábrica, frente a un tal Billy Simms.
Tejió después 8 triunfos más, la mayoría por fuera de combate con un par de tablas hasta que falló ante Billy Adams en septiembre del año 37 y luego no paró sino hasta el 15 de marzo del ‘63 cuando en el adiós aplastó en 3 a Mike DiBiase en el Madison Square Garden de Phoenix, Arizona.
A medida que transitaba el largo sendero Moore fue regando la lona de adversarios hasta completar la impresionante cifra de 132 despachados (otros recopiladores dicen que fueron 141) antes de que sonara la campana final.
Nadie nunca antes, ni nadie después de él, hasta hoy, ha acumulado una cantidad de nocauts tan elevada, tan impresionante.
Lo consiguió en 194 refriegas de las que perdió 26 con 7 nocauts en contra y 8 empates. Estos últimos números fueron tomados de The Boxing Record Book, 1998, y difieren de los registrados en BoxRec que asignan a Su Majestad Nocaut 186-132 kos-27 reveses con 7 kos en contra y10 empates.
Su marca, tanto si son 141 o 132 los nocauts propinados, luce inalcanzable en estos tiempos. Lo escoltan Young Stribling (129); Sam Langford (128); Luis Villanueva, alias Kid Azteca (114) y “Sugar” Ray Robinson (108), salvo error de parte nuestra.
En 1999 la Associated Press lo designó el Mejor Semipesado de la Historia y en 2002 The Ring Magazine le colocó en el lugar XIV entre los Mejores Boxeadores de Todos los Tiempos.
Archie Moore: El mejor semipesado de la historia.
Moore en acción.
Echando mano de otra comparación, también con el béisbol, puede decirse sin exageraciones que ese récord en teoría inigualable bien puede parangonarse con la marca de 56 juegos consecutivos con por lo menos un imparable conectado en poder del legendario jardinero Joe DiMaggio, el Yankee Clipper, en la campaña de Grandes Ligas de 1941.
Moore se consagró campeón mundial de las 175 libras (79,387 kilos) el 17 de diciembre de 1952, hace ya 71 años, con victoria ante Joey Maxim en 15 asaltos. Lo expuso con éxito contra el mismo Maxim y en enero de 1954, con 39 años de edad, retuvo el trono semicompleto con un tercer triunfo sobre Maxim.
Lo defendió además contra Carl “Bobo” Olson, Harold Johnson, Yolande Pompei (en Inglaterra. Ganó por KOT10), Tony Anthony (GKO7), el canadiense Ivon Durelle (2 veces, KOT11 y KOT3) y el italiano Guilio Rinaldi (GD15), a más de las dos ante Maxim. Reinó por 10 años hasta 1962 y nunca perdió el cetro en el ring
Entre uno que otro desafió con la corona de las 175 libras en juego también intentó en vano adueñarse del trono de los pesados en 3 ocasiones contra tres leyendas, como él.
La primera vez Rocky Marciano- quien se recuperó de una caída en el primero- sumó ante el rival de 39 años su nocaut 43 de sus 46 peleas, en el 9° capítulo en septiembre del ´55, y luego de la victoria colgó los guantes.
Archie Moore: El mejor semipesado de la historia.
El 30 /11/ 56, Floyd Patterson, de 21 años, lo liquidó en 5 tramos y en noviembre de 1962, con 46 años confrontó a Muhammad Ali (Cassius Clay para entonces), 26 años más joven, en pelea a 10 rounds que terminó en 4 capítulos en favor del mítico púgil de Kentucky.
“La Vieja Mangosta”, como se le llamó por su longevidad, un púgil único, incomparable al menos en su categoría, recibió entre muchas otras distinciones las siguientes: en 1980 ingresó al Salón de la Fama de The Ring.
También el Salón de la Fama Internacional de Canastota lo exaltó en 1990 y otro tanto hizo el Salón de la Fama de California (2006).
Tres años después la misma publicación lo tituló el Más Grande Ponchador (Noqueador) de la Historia.