Opetaia repitió la dosis y recuperó su faja.
Jai Opetaia recuperó el título de peso crucero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) tras imponerse con facilidad en su revancha contra Mairis Briedis.
El australiano fue despojado de su título en los prolegómenos de su victoria en diciembre sobre Ellis Zorro, y en su regreso al Kingdom Arena de Riad (Arabia Saudí), tuvo dificultades para impresionar pese a registrar una victoria convincente.
Opetaia lo había ganado por primera vez al superar a Briedis en 2022, en una velada en la que el letón sufrió una fractura de nariz y en la que Opetaia se rompió la mandíbula.
Tal vez fue incluso la naturaleza magullada de ese combate lo que hizo que su revancha rara vez emocionara de verdad antes de que Opetaia recibiera puntuaciones de 117-111, 116-112 y 116-112.
Los recuerdos de su primera pelea llegaron ya en el segundo asalto, cuando Opetaia respondió a la ráfaga de golpes del agresivo Briedis con una combinación que le hizo daño y luego intercambiaron breves y salvajes golpes hacia las cuerdas.
En el tercer asalto, Opetaia asestó un izquierdazo con autoridad, al igual que golpes al cuerpo en el cuarto y el quinto asalto.
Si al entrar en su combate número 31 existía la sospecha de que la combinación de sus 39 años y -no haber peleado desde que perdió su anterior combate hace casi dos años- la inactividad le minarían por completo, Briedis demostró que conserva sus movimientos cultos y sus pies equilibrados.
Fue en el sexto asalto cuando otro puñetazo pareció romper la nariz de Briedis -había sucedido en el cuarto la primera vez-, pero éste respondió con su mejor asalto hasta el momento en el séptimo, cuando conectó otro directo de izquierda.
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Briedis fue amonestado en el octavo asalto por el árbitro Howard Foster por golpear bajo, pero a pesar de toda su agresividad mientras perseguía la victoria, rara vez fue lo suficientemente eficaz, y Opetaia, de 28 años, le castigó en el décimo con un fuerte izquierdazo.
Opetaia quedó ensangrentado y, con toda probabilidad, magullado por un asalto más efectivo de Briedis en el undécimo asalto, pero entró en el duodécimo con la necesidad de un nocaut y, a pesar de toda su ambición contra el mejor peso crucero del mundo, nunca se acercó más allá de una gran mano derecha y un golpe al cuerpo que obligaron a Opetaia a retroceder.
Opetaia repitió la dosis y recuperó su faja.
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