Crawford parece inmunizado ante la inactividad.
OWEN LEWIS.
Si miras la cima de cualquier lista de los mejores peleadores libra por libra, casi todos los que están ahí han ofrecido recientemente un momento destacado.
Oleksandr Usyk venció a Tyson Fury por segunda vez en diciembre. Naoya Inoue consiguió su décimo nocaut consecutivo en enero. Dmitry Bivol vengó su derrota ante Artur Beterbiev hace solo un par de semanas. Jesse “Bam” Rodríguez consiguió dos detenciones sensacionales en la segunda mitad de 2024.
Luego está Terence Crawford. No ha estado en el ring durante siete meses y no regresará al cuadrilátero por al menos unos meses más, pero aún así está entre los mejores peleadores del mundo.
De hecho, Crawford no ha peleado más de una vez en un año calendario desde 2019 (aunque debe destacarse que antes de 2019, él peleaba dos o tres veces al año de manera constante).
Podrías pensar que esto habría afectado negativamente sus actuaciones. La sabiduría convencional del boxeo dice que los peleadores deben pelear regularmente y con cierta frecuencia para mantenerse en forma.
Cuando un boxeador luce oxidado en el ring en su primera salida después de un tiempo, la inactividad es lo primero que se culpa.
Los miembros de los medios de comunicación y los comentaristas suelen lamentarse de los días en que los peleadores eran más activos.
Hablamos con frecuencia de peleas de calentamiento, rivales fáciles, óxido de ring y cómo ningún tipo de entrenamiento puede simular una pelea bajo las luces brillantes. Sin embargo, Crawford parece estar por encima de todo eso.
Antes de su pelea con Shawn Porter en 2021, Crawford estuvo inactivo durante 371 días. Derribó a Porter dos veces con duras contragolpes en el round 11 y se convirtió en el primer peleador en detenerlo.
Estuvo fuera durante 385 días después de eso, y luego ofreció un nocaut espectacular sobre David Avanesyan.
Siete meses después, Crawford peleó contra su único rival aparentemente igualado, Errol Spence Jr., y sin lugar a dudas un peleador mucho mejor que Avanesyan.
El mundo del boxeo había estado clamando por esta pelea durante años debido a lo que parecía ser un enfrentamiento muy parejo y un choque atractivo de estilos.
Crawford le dio una golpiza a Spence de tal magnitud –en lo que podría ser la mejor actuación de este siglo– que Spence no ha peleado desde entonces.
De alguna manera, Crawford está inmunizado a los síntomas típicos de la inactividad.
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Canelo es su próximo reto
Tan alta es la confianza de Crawford en su habilidad que no tiene planes de tomar una pelea de calentamiento antes de un supuesto enfrentamiento con Saul “Canelo” Álvarez.
Álvarez por su parte ya tiene una pelea de mantenerse ocupado contra el cubano William Scull en mayo.
Tal vez sea la habilidad sobrenatural de Crawford lo que le permite evitar los inconvenientes de la inactividad. Los mejores atletas tienden a romper reglas que los mortales deben seguir.
O tal vez su característica de comenzar despacio es su forma de quitarse el óxido; él estudia a su oponente en esos primeros cuatro rounds mientras se reacostumbra al ring.
Dicho esto, después de cuatro rounds contra Spence, Crawford ya lo había derribado y causado suficiente castigo para que un médico lo examinara en su esquina).
Tal vez sea el rigor con el que Crawford entrena. En sus últimas peleas, se ha asociado con Victor Conte y entrenado a gran altura.
Conte, el fundador alguna vez desacreditado de la organización de nutrición deportiva BALCO (se declaró culpable de establecer un sistema de distribución de esteroides y cumplió prisión), ahora dirige la compañía de suplementos y entrenamiento SNAC, que trabaja con varios boxeadores de alto nivel, incluido Crawford.
Antes de la pelea de Crawford con Israil Madrimov, Lance Pugmire de BoxingScene escribió sobre la asociación, y Conte le dijo que “Terence podría ser el boxeador más científicamente preparado en la historia del deporte.”
Esto podría ayudar a explicar cómo Crawford sigue siendo de élite a los 37 años, pero también cómo puede quitarse el óxido del ring tan rápidamente.
Estar fuera del ring tiene un beneficio obvio y significativo: menos golpes en la cabeza. Aunque solo los que entrenan con Crawford pueden saber cuánto daño recibe en los sparrings, probablemente ha recibido menos golpes dañinos en los últimos cinco años que cualquier otro peleador de élite.
Esta semana, Canelo asistió a una conferencia de prensa antes de su pelea con Scull. Canelo ha peleado invariablemente en mayo y septiembre en años anteriores, y 2025 no será diferente.
Mientras tanto, Crawford estará entrenando, trazando estrategias y esperando su momento.
Crawford parece inmunizado ante la inactividad.
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