Gilberto Mendoza: Un legado imborrable
Gilberto Mendoza: Un legado imborrable.
JESUS COVA.
Este 11 de marzo se cumplen 9 años de la despedida terrenal de Francisco Gilberto Mendoza, quien durante más de tres décadas sostuvo con firmeza el timón de la pionera entidad boxística ecuménica, la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Hoy, su hijo y sucesor, Gilberto Jesús Mendoza, continúa dirigiendo la organización con el mismo acierto que su progenitor.
A pesar del tiempo transcurrido desde su partida, el recuerdo de Gilberto Mendoza sigue vivo en quienes estuvieron cerca de él, especialmente en su viuda Elena, sus hijos Gilberto Jesús y María Elena, y los miles de amigos que hizo a lo largo de su vida. Muchos de ellos lo acompañaron en su incansable gestión al frente de la AMB, la organización pionera en el control del boxeo a nivel mundial.
Este artículo, con algunas modificaciones, fue publicado originalmente en el primer aniversario de su fallecimiento y hoy se reproduce como tributo a su memoria, siempre presente en los compañeros de lucha de quien fue Presidente Emérito de la AMB, a la que dedicó casi la mitad de sus 73 años de vida.
Con su hijo, Gilberto Jesús, actual presidente de la WBA.
Gilberto Mendoza: Un legado imborrable.
CONSTANCIA Y DISCIPLINA
La constancia, según el diccionario, es la “firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y los propósitos”. La disciplina, por su parte, se refiere a la “doctrina o instrucción de una persona, especialmente en lo moral”.
Estas dos palabras fueron las que guiaron la vida y obra de Francisco Gilberto Mendoza (Barquisimeto, Venezuela, 30 de marzo de 1943 – Caracas, Venezuela, 11 de marzo de 2016), quien fue rector de la AMB durante más de 33 años, desde octubre de 1982 hasta su fallecimiento.
Mendoza dejó un legado que perdurará mientras el boxeo siga siendo practicado por jóvenes en todo el mundo.
El boxeo, como lo define Wikipedia, es un deporte de combate en el que dos contrincantes luchan utilizando únicamente sus puños con guantes, golpeando a su adversario de la cintura hacia arriba, dentro de un cuadrilátero especialmente diseñado, y siguiendo un reglamento que regula categorías de peso y la duración del combate.
Además de cultivar constancia y disciplina, Gilberto Mendoza se destacó por su generosidad, lealtad, apoyo constante a la juventud, y su proverbial modestia, en la que la prepotencia no tenía cabida. También mostró una sólida e indoblegable voluntad de trabajo y carácter.
El legado de Gilberto es inmenso, y enumerar todos sus aportes tanto al boxeo como a otras actividades sería una tarea ardua y extensa. Desde que llegó a la presidencia de la AMB, el 7 de octubre de 1982, en la Convención Anual de San Juan, Puerto Rico, hasta su retiro en 2015, Mendoza dejó una huella indeleble.
Gilberto Mendoza: Un legado imborrable.
INCANSABLE Y EXITOSO
Uno de sus primeros logros al frente de la AMB fue la creación del Manual de Clasificaciones, todavía vigente, que elaboró durante su tiempo en el Comité Ejecutivo a principios de los años 80, bajo la mentoría de Rodrigo Sánchez Colón (q.e.p.d.).
También impulsó la exitosa campaña KO a las Drogas, que hoy tiene alcance mundial, organizó seminarios para oficiales (jueces y árbitros), y contribuyó a la creación de varios organismos regionales, como la North American Boxing Association (NABA), la Federación Caribeña de Boxeo (FEDECARIBE), y la Federación Bolivariana de Boxeo (FEDEBOL).
Fuera del boxeo, Gilberto también presidió la Asociación de Scouts de Venezuela (1979), fue diputado en la Asamblea Legislativa de Aragua (1995-98), director del Consejo Nacional de Economía (1998-99), director de Fedecámaras (1995-2001), y presidente honorario de Boxing Information Center, entre otras actividades.
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UN MUCHACHO DE BARQUISIMETO
Gilberto Mendoza nació en Barquisimeto, estado Lara, Venezuela, el 30 de marzo de 1943. Desde joven fue un apasionado del deporte, destacándose en fútbol y béisbol, deportes en los que formó parte de selecciones de su estado natal. En su adolescencia, pasó del fútbol al boxeo, practicando en el gimnasio «Pantera Negra» y realizando 17 combates amateur, con solo una derrota.
“¡Podemos hacerlo! ¡Vamos a hacerlo! ¡Hagámoslo juntos!”
En los años 70, se unió a la Comisión de Boxeo de Aragua como tesorero, y fue ahí donde conoció a Rodrigo Sánchez Colón, quien lo apoyó en su carrera. Su llegada a la presidencia de la AMB fue el resultado de una elección histórica en la Convención de San Juan, donde venció al estadounidense Robert Lee.
La victoria fue celebrada con entusiasmo por los delegados, quienes corearon su nombre: “Gilberto, Gilberto, Gilberto.”
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IDEAS Y POSICIONES
Este relato no estaría completo sin mencionar algunas de las ideas y posiciones que Gilberto Mendoza defendió durante su gestión al frente de la AMB, como lo expresó en una entrevista con El Universal pocos años antes de su fallecimiento.
En cuanto al boxeo moderno, Mendoza destacó la influencia del poder económico y la televisión en el deporte, señalando que “el dinero de los patrocinadores y anunciantes es superior a lo que pudiese dejar la taquilla”.
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También habló sobre el boxeo femenino, afirmando que “está para quedarse” y que cada vez progresaba más, ofreciendo grandes espectáculos.
Respecto a la proliferación de categorías, Gilberto expresó que la introducción de nuevas divisiones permitía mayor seguridad médica y paridad en la competencia, además de tener razones científicas y comerciales.
Uno de sus mayores logros, según él, fue la Campaña Mundial contra las Drogas, que impulsó hace más de 20 años. Mendoza señaló que este proyecto “dio origen a los Torneos Anuales KO a las Drogas, que mucho han beneficiado al boxeo y al desarrollo del talento latinoamericano”.
CONCLUSIÓN
Gilberto Mendoza fue un hombre de constancia y disciplina, cualidades que definieron su vida y su legado en el boxeo. Su nombre es sinónimo de este deporte, y su lema, que inspiró a todos en la AMB, sigue siendo vigente: “¡Podemos hacerlo! ¡Vamos a hacerlo! ¡Hagámoslo juntos!”
Gilberto Mendoza: Un legado imborrable.
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