Renuncia de Bivol: Crónica de muerte anunciada.
Jairo Cuba / Editor de Boxeoplus.com
Nadie en su sano juicio, incluyendo a los involucrados e interesados, pudo suponer que Dmitry Bivol aceptaría las imposiciones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) para pelear con David Benavidez sin haberse consumado la posibilidad de su trilogía contra Arthur Beterviev.
Eso no era otra cosa que la crónica de una muerte anunciada.
El caso forma parte de una nueva trama donde se afecta, sin lugar a dudas a los campeones unificados con obligaciones que perjudican directamente su negocio.
Ya ocurrió en el pasado con Josh Taylor quien prefirió abandonar sus fajas que pelear por cantidades que no eran de su agrado, y al final, con un solo titulo, lo terminó haciendo ante Jack Catterall.
El caso más reciente fue el de Oleksandr Usyk, otro atleta que se merece respeto y consideración luego de vencer a Tyson Fury para convertirse en campeón de los cuatro organismos.
Canelo Alvarez también atravesó circunstancias similares con la FIB al negarse a pelear en aquel momento contra el entonces desconocido William Scull.
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A Usyk la FIB lo estaba obligando a pelear contra su retador mandatorio aun cuando era del conocimiento público su revancha con Tyson Fury.
Ahora acaba de ocurrir lo mismo con Bivol, quien de cierta manera también es irrespetado sin valorar su enorme esfuerzo para convertirse en campeón indiscutido.
Al ruso le obligaban a combatir con David Benavidez recientemente convertido en campeón interino tras su victoria ante David Morrell.
El contraste de todo esto es que Benavidez fue precisamente una víctima de que esta rigurosa regla que hoy aplica el CMB no se cumpliera frente a Canelo Alvarez.
Nunca el CMB le exigió a Canelo que iniciara negociaciones con Benavidez y mucho menos convocó a una subasta, acción que en dentro del plano la tolerancia algunos admitimos por respeto y consideración al mexicano, en ese momento, la «cara del boxeo».
Renuncia de Bivol: Crónica de muerte anunciada.
¿Vale la pena ser campeón indiscutido?
Ante este panorama, ser campeón indiscutido es un mal negocio para el beneficiario que termina siendo una especie de rehén de los organismos internacionales poniéndolo a disposición de pelear con el mandatorio de cada organismo, caso contrario es despojado o de debe renunciar.
Todo esto infiere entonces la siguiente pregunta: ¿Tiene algún sentido ser campeón de los cuatro organismos?
La circunstancia obliga a los cuatro organismos a ponerse de acuerdo ante esta realidad y establecer un reglamento único con ciertas pautas de tolerancia para los campeones, con reglas claras y precisas, y algo muy importante con sentido ético y competitivo porque tampoco avalamos que un indiscutido es un portador de una patente para hacer lo que le venga en gana.
Lamentablemente lo que estamos viendo en el ring se está disolviendo en la mesa por decisiones ajustadas a la conveniencia del momento.
Nadie afirma que la pelea de Benavidez contra Bivol es atractiva y que había buen dinero para hacerla, pero sin duda la trilogía es un asunto pendiente.
Esta enojosa situación incluso deja la especulación sobre la posibilidad de que Beterviev se salga de la trilogía y pelee con Benavidez, pero primero, lo primero.
En este sentido la figura del supercampeón que utiliza la WBA puede ser una figura que, con reglas claras, permita tratar con mayor consideración el esfuerzo que logra un atleta al convertirse en campeón unificado.
Renuncia de Bivol: Crónica de muerte anunciada.
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