Erickson Lubin se impuso por TKO .
KISSIMMEE, Florida – La hostilidad y el rencor entre Erickson Lubin y Ardreal Holmes Jr, que fueron tan evidentes en la previa de su combate principal en el Silver Spurs Arena, tardaron en encenderse el sábado.
Pero una vez que la tensión alcanzó su punto máximo, todo estalló —aunque solo uno de los boxeadores salió quemado.
Lubin fue midiendo, empujando sutilmente y luego con más fuerza a Holmes, llevándolo hacia donde quería en su combate pactado a 12 asaltos en el peso superwélter, y terminó el pleito anticipadamente con una detención en el undécimo asalto, para deleite de su público local en Kissimmee.
La guerra de palabras entre Lubin y Holmes culminó en una batalla bastante unilateral en el ring, donde Lubin mejoró su récord a 27-2 (19 KOs) y Holmes, de Flint, Michigan, sufrió su primera derrota profesional, quedando en 17-1 (6 KOs).
Aunque no fue un camino rápido.
Holmes usó su alcance y su jab de zurdo para mantener a raya a Lubin y controlar la distancia en los primeros compases del combate.
Lubin, también zurdo, conectó un gancho de derecha antes del final del primer asalto que probablemente no le alcanzó para ganar el round, pero sin duda obligó a Holmes a replantearse la estrategia.
Ninguno de los dos parecía dispuesto a arriesgar demasiado, tanteándose y lanzando golpes suaves, hasta que Lubin comenzó a presionar a Holmes y a soltar más sus manos. Un gancho de derecha aquí, un uppercut por allá, un jab constante y una potente izquierda recta.
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Holmes no respondía con mucho más que un jab ocasional y un hombro lanzado de vez en cuando.
Al final del quinto asalto, Lubin ya cerraba completamente la distancia, aunque con la guardia alta, lo que lo dejó expuesto a ataques al cuerpo que Holmes aprovechó gustosamente. Lubin contraatacó, pero fue el mejor momento de Holmes hasta ese punto, y la primera señal de que Lubin no tenía asegurado el combate.
En el octavo, una combinación de jab y recto de izquierda por parte de Lubin abrió la defensa de Holmes, y Lubin mantuvo la presión, acortando la distancia y castigando a Holmes con jabs y zurdas por encima desde cerca.
No ayudó a Holmes que, cuando tuvo espacio para trabajar, mantuviera su mano derecha peligrosamente baja y apenas la usara.
Cada paso de Holmes parecía ser hacia atrás para el undécimo asalto.
Lubin ya había descubierto que mantener la presión obligaba a Holmes a retroceder hasta las cuerdas, permitiéndole a Lubin neutralizar el jab rival y lanzar su ofensiva desde una distancia favorable.
Ahora, lanzando golpes sin discriminación y sin preocuparse por las respuestas, Lubin tenía a Holmes contra las cuerdas, sin espacio para moverse ni ángulo para contraatacar.
En algo entre una combinación de cinco y cincuenta golpes, Lubin finalmente rompió la defensa y envió a Holmes a la lona a mitad del asalto. Holmes se levantó, y aunque parecía estar consciente, sin duda estaba exhausto.
Cuando la acción se reanudó y Lubin volvió al ataque, Holmes ya no tenía con qué defenderse. Después de unas vueltas más por el ring y otra serie de combinaciones vistosas de Lubin, el árbitro Chris Young intervino para darle a Holmes el alivio que había estado buscando durante casi toda la pelea.
Erickson Lubin se impuso por TKO.
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