Miriam Gutiérrez cuelga los guantes este viernes en Torrelodones.
Miriam Gutiérrez, «La Reina», cumplió 40 años el pasado mes de febrero. Un motivo para la celebración y también para su despedida del boxeo. Este viernes, en el Casino Gran Madrid de Torrelodones, disputa su último combate contra Patricia Martín, con el título de España del peso superwelter en juego.
El título es la excusa para el homenaje que se merece esta boxeadora que con el tiempo se ha convertido también en un ejemplo de la lucha contra todo tipo de violencia.
La violencia de género que sufrió ella o el acoso escolar que azota los colegios. Lo ha hecho durante mucho tiempo de la mano de Jero García, su mánager y entrenador y ahora lo hace desde la concejalía de la mujer en el Ayuntamiento de Torrejón. Motivo de orgullo para ella trabajar para mejorar la vida de la gente.
Pero no está sola, nunca ha estado sola. «Tengo un equipo maravilloso», dice. Se refiere al de la concejalía, pero también al que la ayuda en el boxeo.
«A Jose Cano -mi entrenador en Torrejón», dice- y, por supuesto a Jero. «Con él empezó todo», reconoce. Él fue el que la animó a volver a boxear y a escapar del maltrato. «Ojalá todo el mundo diera una mano como me la dieron a mí», dice. Y como la ha dado ella.
«Soy muy inquieta. No puedo hacer una cosa sola», reconoce. Y ha compartido el tiempo para el boxeo con su trabajo de jardinera antes o ahora con el de concejala. El dinero que reparte el boxeo profesional en España tampoco favorecía la dedicación exclusiva. «Eso también es verdad», asume.
Aunque ella ha peleado con dos de las más grandes del momento, con Katie Taylor y con Amanda Serrano y las dos las llevó hasta el final de los doce asaltos.
«Si hubiera sabido lo que cobraron ellas cuando pelearon juntas, otra cosa hubiera sido. Una millón y medio y otra tres millones», dice. Pero Miriam lo dio todo de la misma forma que siempre. «No lo había contado, pero antes de pelear con Amanda Serrano me rompí el menisco. Pero ya que estaba allí yo tenía que acabar lo que había empezado», confiesa.
Y una vez en el cuadrilátero le dio tiempo a «vacilar» un poco a Serrano, campeona del mundo en siete pesos. «Bailaba y le decía que no pegaba fuerte», dice divertida. «Me venía bien para coger aire».
Y ahora llega el momento de la despedida sin cuentas pendientes. «Quería ser campeona del mundo y aquí estoy», afirma.
El 29 de noviembre de 2019, en el Casino, en el mismo ring donde dejará el boxeo, ganó el título vacante de campeona del mundo del peso ligero en la versión de la Asociación Mundial de Boxeo contra la venezolana Keren Batiz.
Miriam Gutiérrez cuelga los guantes este viernes en Torrelodones.