Todos sabíamos que el mes de mayo iba a ser un mes muy emotivo para el boxeo, pero jamás imaginamos que los combates entre Canelo-Ryder, Romero-Barroso, Taylor-Cameron, Haney-Lomachenko iban a generar tan polémica y sorpresas.
Este mayo pasará a la historia como una fecha turbulenta y amarga para el boxeo. Y ojo aun queda tela por cortar.
La candela se inició en Guadalajara con el mediático Saúl «Canelo» Álvarez quien agotó todos sus esfuerzos para pelear en México ante un rival, que, en el papel, no debía ser tan complicado y con la excusa perfecta porque John Ryder, aparte del mandatorio de la OMB, era el campeón interino tras su sospechosa victoria ante Zach Parker. Jamás el tapatío pensó que el británico le arruinaría la fiesta en casa.
Un combate donde Canelo quedó a deber.
Luego nos esperaba el combate entre el dominicano Alberto Puello defendiendo su faja de las 140 libras contra el estadounidense Rolando «Rolly» Romero, acción abortada cuando se confirmó que el campeón dio positivo a una sustancia prohibida lo cual puso a correr a Premier Boxing Champions (PBC) para buscar un rival a modo en ese marcado empeño por convertir de imponer a Romero como campeón. En esa búsqueda de adversarios se decantaron por el «más viejo» y «probablemente» el más fácil: El venezolano Ismael Barroso, craso error.
Luego nos esperaba el «combatazo» entre Devin Haney y Vasyl Lomachenko para definir el monarca absoluto de las 135 reconocido por los 4 organismos.
Un mes de mayo polémico y sorpresivo.
Haney-Lomachenko fue precedido de una expectante promoción donde enfrentaban a la experiencia contra la juventud, mas la especulación y el morbo donde el estadounidense siempre fue el favorito ante un Lomachenko venido a menos por su discreta actuación previa ante Jemaine Ortíz.
Ese mismo día, por cierto, en horas de la tarde la irlandesa Katie Taylor recibía un baño de agua fría perdiendo el invicto en su patio, fracasando en su intento por volver a reinar en las 140 libras, luego de que se frustrara su revancha contra la boricua Amanda Serrano.
Todo lo que precedió a estos combates estaba dentro de las reglas de grandes espectáculos y el boxeo copó la escena mediática frente a otros deportes, pero detrás de las cortinas nos esperaban unas desagradables sorpresas.
Así tituló este portal el resultado del combate entre Canelo Álvarez y John Ryder.
-¿Victoria clara para el mexicano?
-Si.
-¿Satisfactoria?
No. En absoluto.
La clara victoria de Canelo, irónicamente terminó en tinieblas porque su actuación no satisfizo a la siempre exigente critica mundial.
No pudo noquear a un rival a modo y dejó una mar de dudas sobre sus condicione sobre todo porque sus próximos compromisos, ineludiblemente, serán mucho más exigentes que el del corajudo Ryder.
Y es que cuando se es estrella el costo a pagar es muy alto y esto parece no entenderlo el entorno del campeón.
Son muchos los que creen que lo viene para el tapatío es una verdadera tormenta y que no podrá en 168 ni en 175 con Bivol ni con Benavidez.
Ante esa deuda con la afición, sus créditos entran en minusvalía y aquel epíteto de la «cara del boxeo» ya es cosa del pasado.
Lo de Canelo no fue escándaloso por el resultado, sino por lo poco que demostró ante Ryder.
Un mes de mayo polémico y sorpresivo.
Las Vegas y sus protagonistas
Una semana después estalló otra bomba con un combate que ya venía con un plomo en el ala por el positivo de Puello.
El accidentado combate titular de las 140 libras terminó protagonizado por la «estrella» Rolando Romero y el «viejo»Ismael Barroso por un título que finalmente inventó PBC porque Puello sigue siendo campeón en receso y la AMB ha eliminado la figura de los campeones interinos.
El único aliciente que hubo para alimentar la promoción como un combate titular es que el ganador podría ser declarado una vez la Comisión Atlética de Nevada confirmara la prueba B y suspendiera a Puello por 3 años obligando a la AMB a despojarlo, y en consecuencia reconociendo al ganador del Romero-Barroso como nuevo campeón con la obligación de enfrentarse en 120 días al mejor clasificado disponible, Ohara Davies. Un verdadero enredo.
El resultado de este combate, más allá de lo deportivo fue un verdadero desastre y una deshonrosa actuación de Tonny Weeks al detener el combate de manera inapropiada y regalarle la victoria a Romero con la anuencia de la Comisión Atlética de Nevada que ni se inmutó ante la irregularidad.
Este bochorno fue la tendencia de la semana hasta que subieron al ring Devin Haney y Vasyl Lomachenko, creyendo muchos que este sería un espectáculo reivindicatorio, para la imagen del boxeo, pero fue todo lo contrario y el tablero de ajedrez que sirvió de promoción de la pelea terminó convertido en una verdadero desastre donde rodaron peones, alfiles, caballos y torres para darle jaque al Rey, que en este caso fue el boxeo.
Un mes de mayo polémico y sorpresivo.
Una gran pelea empañada por los jueces.
Ayer fue Weeks como tercer hombre del ring y ahora completar el combo se sumaron tres jueces que privaron a una leyenda como Vasyl Lomachenko irse a casa con sus títulos merecidos poniendo también sobre los hombros de Haney una pesada carga que lejos de beneficiarlo, afectó también su imagen bajándose del ring cabizbajo en medio de los abucheos de sus propios fans.
Un mes de mayo caliente y polémico que concluirá con dos peleas de alto impacto. Dos mexicanos exponen sus fajas pluma en Belfast y Manchester, territorios ampliamente hostiles para los visitantes.
Luis Alberto «El Venado» López lo hará ante el irlandés Michael Conlan y Mauricio «Bronco» Lara frente Leight Wood.
Prevenidos pañuelo en mano porque cualquier cosa puede pasar en el Reino Unido.