Las Vegas – El combate entre Joshua Franco y Andrew Moloney no tuvo un final inesperado. Tuvo un final infeliz.
El resultado, que debió definirse deportivamente, finalmente fue responsabilidad de una mesa técnica que se tomó más de media hora de incertidumbre para decretar un «No Contest» caprichoso que no hizo otra cosa que ratificar lo mal e inapropiado que está trabajando la Comisión Atlética de Nevada, que no solo se identifican por las malas y reiteradas decisiones de los jueces que designan, sino que tambien exhibe una torpeza sin límites que nada tienen que ver con el deporte y el espectáculo.
Joshua y Moloney pelearon poco y lo hicieron bien en su pelea de revancha, pero los encargados de impartir justicia empañaron con su decisión lo que solamente ellos vieron en medio de una ceguera que deja mucho que desear, y que más allá de beneficiar a alguien afecta severamente la imagen del boxeo.
Franco fue víctima de las certeras izquierdas de Moloney que le cerraron su ojo derecho empezando la pelea. Menos tiempo tardó el australiano en golpear y lesionar al mexico-americano que lo que demoró la mesa técnica en determinar que fue un cabezazo no intencional.
A través de la televisión, la misma que grabó y difundió las imagenes en repetición del combate, se observó claramente que no hubo cabezazo y que fue la acción de los golpes los que generaron el gran hematoma que cerró el ojo derecho de Franco.
Quizás no se pasearon por lo odioso que terminó siendo el «No Constest» que empañó el desenlace de Franco vs Moloney.
Lo curioso de todo es que el árbitro del combate, Russell Mora, un hombre bien poderado en su desenvolvimiento profesional fue el primero en equivocarse al decretar de manera apresurada que la lesión de Franco fue causada por un choque de cabeza accidental, cosa que finalmente no contradijo la mesa técnica.
Con esta decisión Franco retiene su título y tendrá que defenderlo de nuevo ante a Andrew Moloney m ientras que el australiano intentará una acción legal para buscar reinvidincar el claro triunfo que comenzó a labrar desde el mismo primer round.
Para el momento del deselance, Moloney ganaba ampliamente en las tarjetas.
Se infiere también que la Asociación Mundial de Boxeo ordenará una revancha directa.