La brújula perdida de Terence Crawford.
Jairo Cuba / Editor de Boxeoplus.com
Nadie, absolutamente nadie duda del talento de Terence Crawford, pero lamentablemente esa habilidad en el ring escasea a la hora de proyectarse y hacer negocios en una industria que se mueve muy rápido, navegando sin rumbo y sin brújula por los momentos.
Crawford en el uno-dos del boxeo mundial, disputa que mantiene divididos a los críticos con la figura de Naoya Inoue, no ha sabido sacarle provecho a su performance como campeón, a diferencia de Canelo Alvarez, quien cuestionado o no, se las ha ingeniado para mantenerse en la cima del negocio, mientras que el nativo de Omaha, dos veces campeón indiscutible, con record invicto, no tiene un horizonte claro.
Barrió con las 140 libras e hizo lo mismo en 147 destruyendo a Erroll Spence Jr., pero desde entonces ( ) no ha podido subirse de nuevo a un ring.
Es el drama de los grandes campeones que si no manejan bien el marketing se sumergen en la inactividad porque no hay quien le paguen lo que aspiran.
En el caso de Crawford descartó una pelea con Jaron Ennis porque no le representa casi nada a nivel comercial y en las 147 no hay otro rival contra quien podría hacer una pelea millonaria.
Incluso su anunciada revancha con Spence Jr., quedó en el limbo por dos razones, falta de interés comercial ante su evidente superioridad y una nueva lesion del ahora retador que ahora apunta a las 154.
El horizonte de Crawford también se dirige a las 154 libras, una division donde tampoco hay grandes nombres para producir «una pelea grande».
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Mas chance incluso de cohabitar con éxito en las 154 tiene Spence, cuyas aspiraciones comerciales no son tan elevadas como las que merece Crawford y además ya hizo la antesala para un combate con el nuevo campeón, Sebastian Fundora.
Hay otro factor poco tomado en cuenta es que que ya «Bud» ronda por los 36 años, de manera que debe apurarse sin descartar entonces que cometa la osadía o el desaguisado de subir tres categorías para enfrentar a Canelo Alvarez.
Curioso tránsito el de Crawford que como contraste tiene el hecho de que en el mismo tiempo, Naoya Inoue se convirtió en monarca de las 122 libras derrotando a Stephen Fulton y luego en indiscutible liquidando a Marlon Tapales.
El gran drama de Crawford es que aparte de no conseguir rivales, no es comercial, en otras palabras, NO VENDE NADA.
La brújula perdida de Terence Crawford.
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