Trágico fin de semana para el boxeo venezolano
Trágico fin de semana para el boxeo venezolano.
JAIRO CUBA / Editor de Boxeoplus.com.-
El boxeo venezolano tuvo un fin de semana trágico. Dos de sus mejores exponentes, Carlos Cañizales y Jorge Linares sucumbieron en peleas en el exterior a donde han tenido que emigrar por la falta de oportunidades en su país.
El viernes, en Ciudad de México, el monarca minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) Carlos Cañizales cedía su faja que tanto esfuerzo le costó ante el mexicano Esteban Bermúdez luego de dominar todo el
Un pasaje del combate Cañizales-Bermúdez.
trayecto de los seis rounds que duró el combate cuando cayó el balde de agua fría convertido en un volado de derecha que lo envió a la lona adelantando el fatal destino en una vitrina poco conveniente y nada atractiva, además de tener que enfrentarse a la altura de Ciudad de México, a la localía y probablemente a un costo muy inferior de su verdadero valor.
Tras el doloroso e inesperado revés, el sábado tocó el turno al mejor exponente del boxeo venezolano en la última década, Jorge Linares a quien le tocó la difícil tarea de tratar de destronar a un joven de 22 años, Devin Haney, un campeón habilidoso que supo hacer muy bien la tarea que le encomendó su esquina.
En un combate intenso donde se demostró el nivel de Linares las cosas salieron como desde un principio se pensaron, un Haney trabajando desde afuera con el jab impidiendo que Linares le cortara el ring.
Fue tan meticuloso el trabajo del norteamericano que los dos errores cometidos por poco le cuestan la pelea. Primero en el noveno cuando Linares lo pudo combinar y lo puso a bailar y en el décimo, al filo de la campana. Cinco segundos más y probablemente Haney hubiese aterrizado en la lona porque habría recibido al menos otra combinación decisiva. Fue tanto el daño que el propio Linares le tuvo que indicar a Haney donde quedaba su esquina.
A Linares le faltó el remate pero es muy fácil decirlo desde afuera. A los 35 años ya sus piernas no son las mismas como para perseguir a un correlón evadiendo castigo y él más que nadie sabe que tiene que asentarse bien para que los golpes tengan poder, porque se trataba de eso, de noquear.
Haney aprovechando juventud, velocidad, habilidad e instinto defensivo hizo la tarea y se puso los patines para sobrevivir en los seis minutos que quedaban de pelea y asegurarse la victoria en la mesa técnica.
Linares lanza y Haney evade.
CONTENIDO RELACIONADO:
La derrota de Linares completó una semana trágica para el boxeo venezolano que atraviesa una crisis estructural donde abunda el talento pero no existe ningún tipo de apoyo para facilitar el desarrollo y posicionamiento del único deporte que ha dado una medalla de oro a Venezuela en Juegos Olímpicos.
EL FUTURO
A pesar de que las derrotas siempre son blancos de críticas, este no es el final para ninguno de los dos. Eso creemos.
Cañizales es un peleador solvente, de mucha garra y con mucha disciplina. Sigue siendo de lo mejor en el peso. Es cuestión de asimilar esta derrota y regresar con mayores bríos.
El caso de Linares, visto desde otro contexto tampoco podemos decretarlo como sombrío.
Lo que vimos el sábado demuestra que aún le queda gasolina en el tanque. Sigue siendo un peleador de fina estampa, limitado en algunas habilidades pero con un instinto que a cualquiera le complica las cosas.
El que se le equivoque con él seguramente pasará un mal reto.
El boxeo es un deporte de muchas sorpresas y con un peleador como Linares no se puede pasar la página.
Si su actitud es seguir, aún hay espacio para él. Es un guerrero y forma parte de la élite de la mejor división del boxeo en la actualidad.
Un tricampeón de tres divisiones con aceptables facultades tiene que estar en el radar del boxeo y del espectáculo.
Será difícil pero para él nada ha sido fácil, de manera que a juicio de este modesto cronista, todavía es un peleador atractivo para cualquier mercado y muy lejos de ser escalera para nadie.
Trágico fin de semana para el boxeo venezolano.
