Noakes venció a Yvan Mendy por decisión.
Puede que a Sam Noakes le hayan tomado la distancia por primera vez en su carrera, pero eso poco importa.
El invicto púgil de 26 años realizó una excelente exhibición para superar en el boxeo y en el combate al consumado Yvan Mendy y añadir el título europeo de peso ligero a sus coronas británica y de la Commonwealth.
El combate se celebró con poco más de tres semanas de antelación, ya que, ante la escasez de rivales dispuestos a disputarle el título británico que ganó en febrero al derrotar a Lewis Sylvester, Queensberry decidió ofrecerle una oportunidad por el cinturón europeo vacante.
Mendy puede tener 38 años, pero el veterano francés nunca ha sido detenido en una carrera de 55 combates, casi todos a nivel europeo, y aunque puede no haber sido un caso real de la fuerza irresistible contra el objeto inamovible, esta fue la prueba más seria de las credenciales de Noakes.
¿Sería capaz de trasladar su poderío a la élite mundial? ¿Sería lo bastante inteligente para el experimentado Mendy? ¿Sería capaz su depósito de gasolina de aguantar un combate largo?
Noakes, 14-0 (13 nocáuts), es extremadamente sensato y, en lugar de alardear y presumir de su poder y predecir otra noche temprana, dijo a BoxingScene esta semana que esperaba su pelea más larga hasta la fecha. En lugar de cazar cabezas, Noakes atacó el cuerpo desde el principio. Mendy, 48-7-1 (22 nocáuts), retrocedió con calma y absorbió los golpes a la cabeza con sus guantes, pero sin duda sintió parte del trabajo corporal.
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Si Noakes esperaba mermar las fuerzas del veterano, el económico Mendy jugaba a lo mismo y “El León” siguió esperando su momento durante los tres primeros asaltos, eligiendo sus momentos para atacar y esperando a que amainara la tormenta.
Noakes -conocido como “Midge”- resolvía los problemas sobre la marcha. La guardia de Mendy era sobresaliente y golpes que habrían hecho daño a rivales anteriores eran rechazados antes de acercarse a su objetivo, y Mendy recortaba valiosos centímetros, haciendo que Noakes diera pequeños pasos hacia atrás e impidiéndole rodar hacia delante y tomar impulso.
En el quinto asalto, Noakes se dio cuenta de lo duro que era el hombre que tenía delante. Parecía haberse acomodado para el largo recorrido y se dedicó a demostrar que es algo más que una máquina de demolición de una sola pista.
En lugar de preocuparse por el impacto de sus golpes, mantuvo la compostura. Su ataque corporal fue hábilmente sincronizado y colocó con precisión los disparos a ambos lados de los codos de Mendy.
En la naturaleza, los leones ahuyentan a los molestos mosquitos que les rodean con un movimiento de la cola, pero Mendy no pudo encontrar nada que disuadiera a Noakes de atacarle.
Al final del sexto asalto, Mendy se tambaleó contra las cuerdas tras recibir un uppercut de derecha que pareció absorber al menos en parte con el guante.
La campana sonó en medio de la continuación de Noakes, pero nadie la oyó y ambos intercambiaron golpes antes de que el árbitro los separara tardíamente.
Noakes venció a Yvan Mendy por decisión.
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