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Stanley Ketchel, El asesino de Michigan.

Por Jesús Cova.-

La azarosa, tempestuosa y trágica vida de Stanley Ketchel, culminada con su asesinato por un balazo a los 24 años, es una de las más apasionantes y fascinantes que pueda concebirse, en el mundo deportivo y en cualquier ámbito, a un grado tal que bien pudiera servir de modelo para una novela del género no-ficción. Inclusive, a Ernest Hemingway, el gran escritor estadounidense y Premio Nobel de Literatura en 1954, le inspiró para uno de sus cuentos.

Suponemos que los aficionados de hoy saben muy poco o acaso nada acerca de quién fue Stanley Ketchel, quien a los 21 o 22 años –mucho de lo que tiene que ver con su trayectoria deportiva y existencial está colmada de imprecisiones y rumores sin cabal confirmación- se convirtió históricamente en el más joven en llegar a campeón mundial mediano de la historia. Desde 1954 está en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo en Canastota, Nueva York.

Ketchel (Grand Rapids, Michigan, 14/09 / 1886- Springfield, Missouri, 15-10-1910) fue calificado hasta las primeras cinco décadas del Siglo XX como el más grande peso mediano de cualquier tiempo. También se le ubicó entre los 5 más grandes púgiles de todas las épocas y en la actualidad se considera uno de los mejores 20 de cualquiera división en los anales de la disciplina.

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Era hijo de inmigrantes polacos llegados a Estados Unidos sobre el final del S.XIX y su nombre real fue Stanislaw Keical. Nativo de la ciudad que años después viera nacer a Floyd Mayweather, llegó al boxeo por las vicisitudes padecidas en su infancia (presuntamente causadas por el asesinato de sus padres, versión jamás probada fehacientemente y al parecer una irrealidad propalada por el propio boxeador). Tendría unos 12 años cuando dejó el hogar paterno. Lo que sí es una verdad es que luego se vio envuelto en pillerías menores, en cientos de riñas callejeras, moviéndose de uno a otro lugar, con Montana de primera parada, y de polizón en vagones de trenes hasta los 16-17 años.

En profesional actuó entre 1903 o 1904 y 1910. Hizo su debut ante Kid Tracy el 2 de mayo del 03 o del 04 (tampoco hay consenso entre sus biógrafos con relación a la fecha de estreno) y demolió al rival en el primer asalto. Luego de una derrota frente a Maurice Thompson en seis rounds, sumó 34 nocauts., 3 empates y una derrota más, otra vez ante Thompson. Este Thompson, Kid Lee y Billy Papke fueron los únicos medianos que pudieron vencerle (al 3 ° lo noqueó después en 12 y en lo que fue una histórica rivalidad lo doblegó en 3 de 4 encuentros, uno de ellos por segunda vez por la vía rápida ).

La agresividad que desplegaba en el ring, su ofensiva sin reposo y la impiedad contra sus oponentes, le valieron el apodo de El Asesino de Michigan . Hubo quien dijera que su furia en el ensogado provenía del odio almacenado por las humillaciones sufridas por su madre y que veía en cada rival a los culpables de aquellas ofensas. Se especuló también que su saña la provocaba el poco creíble asesinato ”de la madre, Julia Keical.

El más joven rey mediano

Nadie ha trepado más temprano al trono de las 160 libras (72, kilos) que Ketchel. Lo hizo en 1907, es decir, a los 21 años, o en 1908. Algunos cronistas dan la fecha del 2/9/07 cuando, después de unas tablas 2 meses antes, noqueó a Joe Thomas en el 17 ° de una pelea a 32 asaltos.

Otros cronistas señalan su reconocimiento como el mejor mediano del orbe el 22 de febrero del 08, fecha en que dispuso en un tramo de Mike “Twin” Sullivan. En la primera defensa doblegó en 20 al mellizo de aquel, Jack “Twin” Sullivan, el 7 de septiembre del mismo año, en épica batalla, para perder el cetro frente a Papke, su primera derrota en 4 años …

Stanley Ketchel, El asesino de Michigan.

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En procura de más dinero y mayor gloria, Ketchel se atrevió a retar al campeón mundial pesado Jack Johnson (su amigo de tragos y de fiestas), primer negro reconocido como rey del peso máximo. Lo confrontó el 16 de octubre de 1909 en Colma, California, un desafío al que Ketchel acudió con un peso de 180 libras (81 kgs.) Mientras que el campeón detuvo la báscula en unas 30 libras más (cerca de 15 kgs.). Otros historiadores deportivos aseguran que JJ subió con unos 22 kilos por arriba del rival.

Ketchel sorprendió a todos al derribar al “Gigante de Galveston” con un derechazo al mentón en el round 12. Fue el canto del cisne, porque Johnson se levantó más furioso que atontado y aplastó al atrevido con una derecha y una izquierda a la cabeza y en plena boca. Se comentó que dos o cuatro de los dientes de Ketchel quedaron incrustados en el guante del triunfador.

Su última batalla en el ring la libró en Nueva York ante Jim Smith el 10/06/10 y se impuso por KO en cinco asaltos. Su récord final y no oficial fue de 46 kos, 3 ganadas a los puntos, 4 tablas, 2 perdidas por decisión, 3 por ko y 4 sin decisión, según el libro de Nat Fleischer. Otras publicaciones le asignan 52 ganadas (49 por ko.), 4 empates y 4 derrotas (en verdad fueron media docena: Thompson (2), Kid Lee, Billy Papke, Jack Johnson y Sam Langford).

Esto sin agregar unas 250 reyertas en bares y calles cuando era un adolescente y fungía de “gorila –guardianes en cantinas que“ aquietaban ”rudamente a los clientes alborotadores-, en pleitos contra adversarios que en ocasiones le doblaban en edad.

Además de Johnson también cambió golpes en marzo de 1910 con otro legendario peso completo, Sam Langford, a quien evadían los mastodontes blancos por razones raciales y quien figura entre los mejores del peso mayor de cualquier época. Langford batió a Ketchel por una decisión de las llamadas entonces “de periódico”.

Desgastado por excesos con el alcohol, el presunto consumo de opio y un sinfín de francachelas, el famoso peleador viajó en pos de su recuperación al rancho Conway, en Missouri, propiedad de un antiguo amigo de la familia, el coronel HP Dickerson. Allí, el 15 de octubre de octubre de 1910, en un confuso altercado en que se mezclaron celos, robo y una airada discusión Walter Dipley-pareja de una cocinera de nombre Goldie Smith-, el ciclo vital de Stanley Ketchel se apagó definitivamente por un disparo de escopeta calibre 22 que entró por la espalda y atravesó su pulmón derecho. Falleció pocas horas después en el hospital de Springfield, Missouri

En el acto su entierro un aficionado entre miles gritó a todo pulmón: “¡Cuéntenle. Verán que se levanta a los 8 segundos… ¡Cuéntenle! ”

Stanley Ketchel, El asesino de Michigan.

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· El periodista Jesús Cova está considerado como el maestro de la crónica boxística en Venezuela. Fue director de deportes del diario El Nacional. E s juez de la Asociación Mundial de Boxeo desde hace más de 20 años, exprofesor de Periodismo Informativo y de Opinión de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela y actualmente colaborador como columnista del diario deportivo Líder.